NACIONES UNIDAS, 27 jun 2018 (IPS) - La campaña mundial para eliminar un problema ambiental y de salud como es el uso del mercurio dental se acerca a la meta final.
Charlie Brown, director de la Alianza Mundial para una Odontología libre de Mercurio, dijo a IPS que “país por país”, el mundo está a punto de terminar con las amalgamas infantiles este año.
“Europa dará ese paso emocionante el 1 de julio. Los países asiáticos, como Bangladesh y Vietnam darán el valiente paso este año. Varios estados africanos también podrán seguir el ejemplo de Mauricio”, que le puso fin a las amalgamas infantiles hace cuatro años”, indicó.
“Y países de América Latina como Uruguay están bien encaminados para seguir el mismo camino”, apuntó Brown, exgobernador del estado estadounidense de Ohio.
Una de las actividades más destacadas de la campaña fue un taller internacional realizado en mayo en Bangkok.
“La gente llegó al taller creyendo que haría historia, e hicieron historia”, remarcó.
El lema del vinculante Convenio de Minamata es “Que el Mercurio pase a la historia” (#MakeMercuryHistory); y el lema de la Alianza Mundial para una Odontología libre de Mercurio es “Que la amalgama dental pase a la historia”.
La amalgama es una aleación principalmente de plata y mercurio con distintas cantidades de otros metales y que se usa como empaste dental.
“Lo mejor que salió del taller (de Tailandia) es el empoderamiento. Africanos, asiáticos y latinoamericanos saben, al igual que los europeos, que pueden terminar con las amalgamas infantiles ya, y para todas las personas, siguiendo un cronograma”, destacó Brown.
Los intereses corporativos occidentales todavía tratan de engañar a los gobiernos mediante separadores influyentes, contra los cuales hay una oposición férrea.
“Deben destinarse fondos a generar un suministro de alternativas, cambiar los planes de estudio de las carreras de odontología, difundir información a padres y consumidores y concentrar los programas gubernamentales y los seguros en esas alternativas”, arguyó.
El taller de Bangkok, patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente), con sede en Nairobi, y la Alianza Mundial para una Odontología libre de Mercurio, se concentró en la reducción de las amalgamas, en especial para proteger a “mujeres y niños y, a través de ellos, a las futuras generaciones”, como reza el Convenio de Minamata sobre el Mercurio.
El tratado, considerado como el primer acuerdo ambiental en más de una década, entró en vigor el 16 de agosto de 2017.
El principal objetivo del documento es “proteger la salud humana y el ambiente” de las emisiones de mercurio.
El tratado ya cuenta con la firma de 128, de los 193 estados miembro de la ONU, y la ratificación de 92 de ellos. Esos estados parte están ahora obligados a cumplir sus disposiciones.
El Convenio de Minamata se suma a otros tres que buscan reducir el impacto de los químicos y desperdicios como el Convenio de Basilea, de 1992, el Convenio de Rotterdam, de 2004, y el Convenio de Estocolmo, de 2004.
Shahriar Hossain, del Centro Asiático para la Salud Ambiental, dijo a IPS que en todos los continentes hay un enorme interés en reducir de forma drástica el uso de amalgamas dentales.
“Representantes de países en desarrollo y desarrollados consideraron realista y factible el retiro total de las amalgamas para niños, embarazadas y lactantes”, puntualizó.
La Declaración de Abuya para una Odontología libre de Mercurio para África, de 2014, fue seguida de varias otras en otros continentes, como la Declaración de Dhaka para Asia, de 2015, la Declaración de Berlín para Europa, de 2017, y la Declaración de Chicago para América, de 2018.
Dominique Bally, del Centro Africano para la Salud Ambiental, dijo a IPS: “los que sugieren que África no está lista para una odontología libre de mercurio tienen una visión equivocada del continente. No lo conocen ni comprenden las esperanzas de las personas en contar con un ambiente sin contaminación como el que ellos desean para sus comunidades”.
Los africanos continuarán con su oposición intensa y unida a las “políticas occidentales que mantienen la contaminación africana y envenenan a nuestros hijos con químicos como el mercurio. Estuve en la mitad de los países trabajando por una odontología sin mercurio”, puntualizó.
Los gobiernos, los dentistas y los padres africanos, quieren erradicar las amalgamas ya para los niños de hoy y para los del futuro con mujeres jóvenes no contaminadas, aseguró.
Los niños africanos merecen una odontología sin mercurio y también peces libre de mercurio, al igual que los europeos y que cualquier lugar donde se use la aleación, observó Bally.
Graeme Munro-Hall, jefe dental de la Alianza Mundial para una Odontología libre de Mercurio, dijo a IPS: “No hay razones clínicas para colocar una amalgama en los niños, y todas las razones para no hacerlo”.
Después de todo, los empastes sin mercurio superaron a las amalgamas en efectividad y ahora son mucho más rentables. Llevo 35 años practicando la odontología sin colocar ni una sola amalgama”, subrayó.
Por su parte, Maria Carcamo, del Centro Latinoamericano para la Salud Ambiental, señaló que el Convenio de Minamata llama la atención sobre las poblaciones más vulnerables al mercurio: niñas, niños y mujeres embarazadas, en especial en los países en desarrollo.
“Cuando actuamos para erradicar las amalgamas en esas poblaciones, cumplimos con la misión de Minamata”, apuntó.
Brown recordó que en 2012 y 2013, África convirtió el Convenio de Minamata en una fuerte plataforma contra la amalgama. Y en 2018, los africanos están listos para encabezar el tratado hacia la erradicación de la misma siguiendo un cronograma.
“Los africanos son famosos por dar un salto hacia las nuevas tecnologías. La amalgama es un contaminante primitivo del siglo XIX y traído por Occidente. Pero la odontología del siglo XXI no tiene mercurio”, observó Brown.
La Alianza Mundial para una Odontología Libre de Mercurio expresó su profundo agradecimiento a Erik Solheim, director ejecutivo de ONU Ambiente, por impulsar el taller y por ofrecer el discurso inaugural, así como a Nina Cromnier, de la Oficina del Convenio de Minamata, por su invalorable colaboración.
“Solheim, como ministro de Ambiente de Noruega, hace una década, fue el primer ministro del mundo en prohibir las amalgamas en un país”, recordó.