Las idas y vueltas de Estados Unidos sobre la cumbre entre el presidente, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, forman parte de una estrategia cuyo fin no es la pacificación de la península de Corea del Norte.
Busca mantener la presencia militar y la presión sobre lo que “está pasando en el Mar de China Meridional”.
"Si se llega a firmar un acuerdo de paz, a mediano plazo lo que podría ocurrir es que EEUU tendría que desalojar la península. Y esto requiere unas 50.000 tropas y quitar las baterías antiaéreas entre otras cosas", recuerda en diálogo con Sputnik el analista internacional mexicano Christian Nader.
En este sentido advierte que "EEUU está en Corea del Sur como una excusa, porque al fin de cuentas va contra China y va contra Rusia, dos países que tienen frontera con Corea del Norte".
En esta coyuntura se entienden las marchas y contramarchas del líder de la primera potencial mundial en torno a la posibilidad de poner final a la guerra con Corea del Norte (1950-1953). Nunca se firmó la paz entre ambos, pero la partición de Corea fue la forma en que, en un mundo dominado por la Guerra Fría, se terminara el enfrentamiento militar directo.
"Esto hay que leerlo en el contexto de toda el área asiática, por ejemplo con todo lo que está pasando en el Mar de China Meridional", entre EEUU y el gigante asiático, que incluye la disputa comercial que ambos mantienen."Con Corea del Norte Trump está provocando de alguna manera a China", concluye Nader.
Para el experto, desde que Pyongyang comenzó a dar señales de acercamiento con Seúl y Washington, las declaraciones y acciones de Trump han generado más incertidumbre que certezas. Nader recordó por ejemplo cuando el mundo esperaba ese primer gran símbolo de acercamiento como fue el desfile unificado en las juegos de invierno en Corea del Sur.
"Cuando Kim empieza a coquetear con Moon (Jae-in por el presidente surcoreano) Trump anuncia nuevas medidas económicas contra norcorea. Justamente, estamos viendo el discurso oficial, público, y al mismo tiempo otro discurso oficial mucho más agresivo. Por eso la paciencia del gobierno norcoreano es fundamental".
Fuente: Sputnik