El Aeropuerto Internacional de Paro (Bután), se sitúa a 2.237 metros de altura, en un valle cercano al río Paro. Rodeado de montañas de 5,5 kilómetros de altura, es considerado como uno de los aeropuertos más complicados de operar del mundo. Además, solo 8 pilotos tienen permiso de aterrizar allí.
El Aeropuerto de Congonhas, el segundo más popular de Brasil, está construido sobre una avenida y se ubica a tan solo 8 kilómetros del centro de San Pablo, hecho que hace dudar sobre la seguridad de los aterrizajes que allí tienen lugar.