El lunes por la tarde, dos amigos, Khaled al-Shaer, de 60 años, y Musa Qishta, de 59, se dirigían a pie hacia sus casas destruidas en la ciudad de Rafah, cerca de la frontera egipcia con Gaza. Habían salido a dar un paseo para pasar el tiempo hasta que el ayuno del Ramadán de ese día terminara al atardecer.
Cuando llegaron al Estadio Municipal de Rafah, en el centro de la ciudad, vieron tanques israelíes estacionados cerca de la frontera, que abrieron fuego.
Muhannad Qishta, primo de Musa, dice que Musa quería acercarse a su casa y ver qué había pasado con ella.
“Mientras cruzaban la calle, el tanque los vio y abrió fuego, pero no los alcanzó”, dijo Qishta a Mondoweiss . “Los dos hombres intentaron escapar de los disparos, por lo que huyeron a una escuela abandonada de la UNRWA cercana”.
Debido a su avanzada edad, no podían correr largas distancias, pero cuando intentaron escapar, el ejército israelí envió un cuadricóptero para perseguirlos.
“El ejército se divirtió matándolos a sangre fría”, dijo Qishta.
Después de llegar a la escuela, el avión no tripulado israelí alcanzó a los dos hombres y abrió fuego directamente, hiriéndolos mortalmente y dejándolos desangrarse en el patio de la escuela.
Varias horas después, un grupo de búsqueda formado por familiares de los hombres fue enviado a buscarlos cuando no aparecieron a tiempo para el iftar . Encontraron sus cuerpos en la escuela. Musa Qistha, uno de los hombres asesinados, no tuvo hijos en su vida, dijo un pariente a Mondoweiss . Adoptó a su sobrino después de que su padre muriera durante la guerra, asumiendo la responsabilidad de su cuidado. Ahora su sobrino ha vuelto a quedar huérfano.
Escenas sangrientas como éstas han vuelto a Gaza tras el fin de la primera fase del acuerdo de alto el fuego y la suspensión por parte de Israel de la ayuda humanitaria a la Franja. El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que el alto el fuego no continuaría sin la liberación de más prisioneros israelíes, afirmando que no habría “almuerzo gratis” para los palestinos.
El domingo, tras el corte de los suministros humanitarios a Gaza por parte del primer ministro israelí, los ataques israelíes contra los palestinos en las zonas fronterizas de Gaza aumentaron drásticamente, ya que el ejército comenzó a disparar proyectiles de artillería y a realizar ataques con aviones no tripulados en Gaza, matando a cuatro personas el domingo. El Ministerio de Salud de Gaza dijo en un comunicado el lunes que otras cinco personas murieron y 21 resultaron heridas.
Según testimonios de testigos presenciales obtenidos por Mondoweiss, el ejército israelí bombardeó varias zonas residenciales en Beit Hanoun, matando a civiles en sus casas y en campamentos de desplazados en el norte de Gaza. En Khan Younis y al-Bureij, al sur, los tanques israelíes estacionados en la frontera han disparado al azar contra palestinos a diario desde el domingo.
Samar Hijazi, residente del norte de Gaza, cuenta a Mondoweiss que el bombardeo en Beit Hanoun tuvo lugar junto a su tienda de campaña, que había instalado junto a los restos de su casa destruida.
“Cuando vi el bombardeo frente a mí, pensé que el alto el fuego había terminado y que la guerra había comenzado de nuevo”, dijo.
“No podía creer lo que veía. Se suponía que la guerra había terminado, pero en un momento volvimos a vivirla”, añadió Hijazi. “Matan a la gente en las calles y en sus casas mientras ayunan, sin suponer ningún peligro ni amenaza para nadie. Israel no quiere que vivamos ni un solo día de paz en nuestro país. Quieren que odiemos nuestro país y lo abandonemos. Pero están soñando”.
“Esta guerra no terminará mientras esta ocupación criminal continúe en nuestra tierra”, afirmó.
Los ataques más recientes contra palestinos en Gaza no han sido los primeros de su tipo desde el comienzo de la primera fase de 42 días del alto el fuego. Según el Ministerio de Salud de Gaza, Israel ha matado a 121 palestinos desde que comenzó el alto el fuego, lo que marca una de las violaciones más flagrantes de los términos del acuerdo por parte de Israel, además de su negativa a permitir la entrada de las cantidades acordadas de tiendas de campaña, casas móviles prefabricadas y maquinaria pesada para la remoción de escombros.
Hamas afirmó que los últimos ataques israelíes tienen como objetivo impedir que el alto el fuego avance a su segunda fase prevista, en la que se iniciarían las conversaciones para poner fin de forma permanente a la guerra. El portavoz de Hamas, Hazem Qassem, en Gaza, dijo a Mondoweiss el martes que la ocupación israelí está “intentando barajar las cartas y devolver la situación en Gaza al punto de partida”.
“Ha habido más de cien mártires desde que se declaró el alto el fuego, por lo que la ocupación tiene plena responsabilidad por las repercusiones de este comportamiento criminal”, añadió Qassem.
Los comentarios de Qassem se producen después de que Hamas rechazara una propuesta de Estados Unidos e Israel que esencialmente eliminaría el formato acordado del acuerdo de alto el fuego original e introduciría una fase “intermedia” entre la primera y la segunda fase. La fase intermedia propuesta conduciría ostensiblemente a la liberación de la mitad de los 59 cautivos israelíes restantes en Gaza, y la otra mitad sería liberada al final de esa etapa si las dos partes acuerdan poner fin a la guerra.
“El gobierno israelí está intentando extender la primera fase del alto el fuego e impedir el paso a la segunda”, dijo Hazem Qassem a Mondoweiss . “Esto viola claramente el acuerdo, que estipula tres fases interconectadas. Es inaceptable”.
Qassem reafirmó el compromiso de Hamás con el acuerdo original, que daría lugar al fin permanente de la guerra y a la retirada total de Israel de Gaza.
Fuente: MondoWeiss