Las bajas temperaturas en Gaza se ceban sobre su población más vulnerable. Siete bebés han muerto de frío en Gaza en las últimas 24 horas en medio de la gélida tormenta 'Coral', según ha comunicado la agencia palestina Wafa, citando a fuentes sanitarias.

Tres de ellos han muerto con tan solo dos meses de vida como consecuencia de las "temperaturas polares" y la falta de ayuda humanitaria que, a pesar de los acuerdos internacionales, sigue sin ser suficiente debido al bloqueo del régimen sionista.

"Murieron en la ciudad de Gaza debido al intenso frío y a la falta de refugio", ha explicado el director del hospital benéfico Amigos del Paciente, Saeed Salah. "Llegaron al hospital con una temperatura muy baja, como si fueran bloques de hielo, y sufrieron una caída en la circulación sanguínea, lo que afecta a todo el proceso respiratorio, así como al funcionamiento de riñones, hígado y cerebro".

A las otras víctimas ni siquiera les dio tiempo a llegar al centro hospitalario, de los pocos que siguen funcionando en la Franja. Un quinto bebé, Sham Yousef Al Shambari de un mes y medio de vida, murió durante la mañana del martes en una de las tiendas de campaña en la zona humanitaria de al Mawasi, de acuerdo con las autoridades gazatíes. Horas después reportaron la muerte de otros dos bebés por las mismas causas y en el mismo lugar. Miles de gazatíes se han desplazado hasta la zona de al Mawasi al haberse quedado sin sus casas por la destrucción provocada por los bombardeos del régimen de ocupación.

"Las olas de frío están dejando más víctimas cada día, especialmente entre los recién nacidos, debido a la destrucción del sistema de salud por parte de la ocupación", declaró el director general del Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, Munir al Bursh. Especialmente en el devastado norte de la Franja, donde apenas quedan incubadoras o unidades de cuidados intensivos para niños.

"Es una catástrofe humanitaria"

No es la primera vez que mueren niños en Gaza por el frío. En diciembre, al menos ocho recién nacidos murieron por hipotermia, agravada por las extremas condiciones en las que viven a causa de la agresión sionista. De acuerdo con los datos de Naciones Unidas, un total de 74 menores murieron por las "brutales condiciones del invierno". El servicio de meteorología del régimen sionista ha advertido que la tormenta 'Coral' se extenderá hasta finales de esta semana, por lo que las víctimas podrían aumentar en los próximos días.

“Entramos en este nuevo año con los mismos horrores que el año anterior: no ha habido ningún progreso ni consuelo. Ahora los niños se mueren de frío”, ha asegurado la oficial de Emergencias de la UNRWA, Louise Wateridge, quien ha podido verificar las condiciones a las que se exponen los gazatíes en un viaje reciente al enclave.

Astrid Opstrup es enfermera y responsable de actividades médicas de Médicos sin Fronteras en el hospital Nasser. Desde Gaza afirma en una entrevista para El Confidencial que nadie es consciente de la destrucción de Gaza hasta que llega allí. "Es una catástrofe humanitaria. Lo que veo aquí con un sistema de salud completamente colapsado, con personas y organizaciones como el Ministerio de Salud" que están tratando de hacer "todo lo posible para brindar apoyo a la gente, pero estamos viendo que toda la Franja de Gaza está destruida. La gente lo ha perdido todo".

Explica que, en estos últimos días, Gaza ha atravesado una ola de frío inusual, agravada aún más por la humedad. "Nos han llegado en los últimos dos días, bebés que, sospechamos, murieron por el frío. Hemos visto congelaciones y cómo han sido afectados por las condiciones climáticas frías. Los padres informaron a los médicos que los niños no presentaban ninguna otra enfermedad".

Muerte por el frío y las malas condiciones tras la agresión sionista

Con estos datos, explica, "hay una alta probabilidad de que hayan podido morir por el frío y por las malas condiciones a las que están expuestos. El clima que tenemos ahora y estas condiciones de vida en las tiendas de campaña son catastróficas para los niños".

"Lo que vemos en esta zona de Gaza es que antes de la agresión, el área de Khan Yunis no era un lugar donde la gente viviera en general. Pero ahora, debido a la destrucción provocada por los ataques, la gente huyó hacia aquí y viven en tiendas de campañas", afirma Opstrup. "Muchas de las tiendas están destruidas, rotas. Con este clima extremo de frío y lluvia, hay una crisis de salud extrema" que se agrava "porque no hay instalaciones sanitarias básicas. La gente vive hacinada" y, explica, ni siquiera disponen de agua corriente. "El agua proviene de camiones cisterna, camiones grandes que recorren la zona, se detienen, y la gente, entonces, puede acercarse para llenar recipientes y recoger agua".

"Gaza se ha convertido en un lugar donde la gente lo ha perdido todo, pero al mismo tiempo, quieren seguir resistiendo. Quieren seguir apoyando a su gente", afirma. Los sanitarios gazatíes "vienen a trabajar todos los días, incluso viviendo en tiendas de campaña, incluso viviendo entre la destrucción y con el miedo de qué pasará después. Es algo realmente excepcional".

Desde el inicio de la agresión sionista, cientos de camiones de ayuda —que tenían restringida la entrada en la Franja— han podido ingresar con suministros limitados. Sin embargo, de acuerdo con la ONU, la situación sigue siendo "catastrófica" y las autoridades gazatíes denuncian que el volumen de entrada de la ayuda continúa distando de la necesaria. En el norte de la Franja han podido entrar menos de la mitad de los 6.000 camiones de ayuda acordados en las negociaciones. Denuncian, además, que solo han conseguido pasar 8.000 camiones en todo el enclave, 4.000 menos de los acordados.

Una de las necesidades más urgentes demandadas es la provisión de refugios para el invierno. Se estima que se necesitan al menos 20.000 tiendas de campaña y 60.000 casas móviles para la población. Gaza denuncia, además, que el régimen sionista no ha entregado ninguna casa prefabricada y que solo han podido entrar menos del 10% de las tiendas de campaña necesarias.

Ante esta escasez, el director de la Oficina de Medios del Gobierno del enclave, Ismail Al Thawabtah, ha pedido a los mediadores y a la comunidad internacional adoptar “medidas urgentes para proporcionar casas móviles como refugio temporal para las más de 280.000 familias palestinas que perdieron sus hogares” así como el ingreso de “combustible para dar calor y proteger a los niños inocentes”. En Gaza, la mitad de los hospitales están parcialmente operativos y la gran parte están destruidos. La ONU estima que al menos 30.000 personas sufren lesiones que condicionarán su vida y que necesitarán rehabilitación continua.

Fuente: El confidencial