Desde la operación “Diluvio de Al Aqsa”, hubo una familia israelí que se convirtió en el centro de atención de los apologistas, al considerarla una supuesta prueba de que Hamás es un “animal humano” para legitimar el genocidio israelí. Esa familia es la familia Bibas.
Sus cuatro miembros, el padre Yarden, la madre Shiri y los dos niños pequeños, Ariel, de 4 años, y Kfir, de 9 meses, fueron tomados como rehenes el 7 de octubre en el kibutz Nir Oz. Según se informa, la madre y los dos niños fueron retenidos separados del padre por las Brigadas Muyahidines (una rama del movimiento Fatah). A fines de noviembre de 2023, Hamás afirmó que la madre y los dos niños habían sido asesinados junto con sus captores bajo los bombardeos israelíes y se ofreció a entregar sus cuerpos . Israel rechazó la oferta como "propaganda" y no confirmó sus muertes. El padre fue liberado durante el intercambio de prisioneros del 1 de febrero y en ese momento " todavía se aferraba " a la esperanza de que el resto de su familia estuviera viva.
La semana pasada, los cuerpos de los tres miembros de la familia muertos fueron entregados a Israel. El viernes, el portavoz militar israelí Daniel Hagari afirmó que los dos hermanos Bibas fueron “brutalmente asesinados mientras estaban retenidos como rehenes en Gaza a más tardar en noviembre de 2023”. Hagari fue muy explícito y preciso en lo que afirmó que estaba “confirmado”:
“Contrariamente a las mentiras de Hamás, Ariel y Kfir no murieron en un ataque aéreo; Ariel y Kfir Bibas fueron asesinados a sangre fría por terroristas. Los terroristas no dispararon a los dos jóvenes, los mataron con sus propias manos. Después, cometieron actos horribles para encubrir estas atrocidades. Esta evaluación se basa tanto en los hallazgos forenses del proceso de identificación como en la información de inteligencia que respalda los hallazgos. Hemos compartido estos hallazgos, la información de inteligencia y los análisis forenses, con nuestros socios en todo el mundo, para que puedan verificarlos y para que todo el mundo sepa exactamente cómo opera la organización terrorista Hamás…”
Es una afirmación bastante acertada, pero ¿dónde están las pruebas que confirman estos hallazgos? No parece que vaya a aparecer ninguna, salvo las promesas de que existen pruebas de ello en alguna parte.
El sábado, el director del Instituto Israelí de Medicina Forense, Chen Kugel, hizo un vídeo de un minuto para supuestamente respaldar las afirmaciones. Curiosamente, la presentación de Kugel no se centró en lo que encontró, sino en lo que no encontró. “No hay pruebas de daños debidos a los bombardeos”, dijo.
Recuerden que se trata de cadáveres de personas que murieron hace aproximadamente un año y medio. No está claro cómo se determina exactamente que una persona no murió bajo un bombardeo (lo que no siempre significa muerte por traumatismo directo), pero sin duda se requiere una explicación más detallada sobre cómo se ha descartado definitivamente esta posibilidad.
Lo curioso es que Kugel no determinó de qué murieron . En cambio, el médico aprovechó su breve presentación para hablar con emoción sobre el esfuerzo que están haciendo para identificar a todos y agregó que “nos hemos topado con abismos de maldad y maldad que no podíamos imaginar que existieran”.
Esta última es quizás la declaración de un político, no de un experto médico. Toda la declaración es tan vacía y carente de contenido forense (más allá de la inicial “no hay pruebas”), que simplemente huele a sesgo político.
Y se supone que esto es la confirmación de la afirmación de Hagari de que los hermanos Bibas fueron asesinados “con las manos desnudas”.
En su declaración, Kugel también dijo que su oficina identificó positivamente el cuerpo de Shiri Bibas, la madre de los niños. Hubo una confusión inicial en la entrega de su cuerpo que el Primer Ministro israelí Netanyahu afirmó que fue una violación deliberada del acuerdo de alto el fuego y que Hamás " pagaría el precio completo " por ello. Hamás corrigió el error y devolvió el cuerpo correcto, lo que Kugel confirmó.
El portavoz militar Hagari dijo que la devolución de los restos de una “mujer anónima” era “una prueba más de la crueldad bárbara de Hamás”, pero como sabemos, los palestinos de Gaza ya están acostumbrados a que les entreguen bolsas de carne para enterrar, y no es difícil adivinar el estado de un cuerpo así bajo el bombardeo indiscriminado israelí. Pero Hagari tiene una historia que contar, y el ciclo de propaganda de atrocidades ya estaba en marcha.
Israel ya estaba involucrado en una repugnante propaganda de atrocidades relacionada con la familia Bibas, cuando el viernes cambió los colores de la cuenta de Twitter/X del Ministerio de Asuntos Exteriores a naranja, con la intención de parecerse al color pelirrojo del cabello de la madre y los niños. Si este fuera un país normal, probablemente se consideraría innecesario señalar este detalle, pero Israel no es un país normal y ha estado involucrado en una propaganda de atrocidades generalizada y totalmente desacreditada centrada precisamente en los niños pequeños como motor de su genocidio en Gaza. Desde historias inventadas de bebés horneados en hornos , hasta 40 bebés decapitados , bebés colgados de una cuerda, bebés arrojados a botes de basura, etc. Es por eso que debemos ser extremadamente cautelosos con cualquier narrativa oficial que salga de Israel.
Y, sin embargo, esta historia sin pruebas ya se está convirtiendo en un hecho. Véase, por ejemplo, cómo la maestra propagandista Fania Oz-Salzberger utiliza esta afirmación para difamar a cualquiera que apoye a los palestinos:
“Incapaces de admitir que los bebés de Bibas fueron estrangulados a mano, repiten como loros la mentira de que las Fuerzas de Defensa de Israel los mataron. Otra teoría 'pro palestina' es que Shiri Bibas mató a sus propios hijos. ¡Qué lástima que la nación tenga semejantes partidarios!”
Ahora, son sólo los palestinos los que “no pueden admitirlo”, mientras ella repite como un loro la propaganda israelí.
Pero esto ya lo hemos visto antes. Israel hace acusaciones sensacionalistas contra los palestinos sin pruebas hasta que la historia cobra vida propia. Cuando la gente se da cuenta de que la acusación no tiene pruebas y los medios de comunicación “no pueden confirmar” la afirmación israelí, ya es demasiado tarde: se ha convertido en una historia por derecho propio.
Estamos viendo cómo Israel utiliza a la familia Bibas para fabricar el consentimiento para un genocidio una vez más. ¿Habrá alguien en los medios que se ponga de pie para denunciarlos por su mentira?
Fuente: MondoWeiss