“Cómo los yihadistas sirios ‘amantes de la diversidad’ planean construir un Estado”, titula un artículo del Daily Telegraph británico que sugiere que Jolani construirá una nueva Siria, respetuosa de los derechos de las minorías. El mismo periódico también lo calificó de “yihadista moderado”. El Washington Post lo describió como un líder pragmático y carismático, mientras que la CNN lo retrató como un “revolucionario con blazer”.

Mientras tanto, un retrato detallado de Jolani publicado por la revista Rolling Stone lo describe como un “político astuto y despiadadamente pragmático que ha renunciado a la ‘yihad global’” y tiene la intención de “unir a Siria”. Su “perspicacia estratégica es evidente”, escribe Rolling Stone, entre párrafos en los que elogia a Jolani por liderar un movimiento exitoso contra un dictador.

CNN incluso consiguió una entrevista exclusiva con Jolani, mientras su movimiento tomaba Damasco por asalto. Cuando la presentadora Jomana Karadsheh le preguntó sobre sus acciones pasadas, respondió diciendo: “Creo que todos en la vida pasamos por etapas y experiencias… A medida que creces, aprendes y sigues aprendiendo hasta el último día de tu vida”, como si estuviera hablando de errores vergonzosos de la adolescencia, no de la creación y dirección del Frente Al Nusra, la franquicia de Al Qaeda en Siria.

Esto está muy lejos de la primera vez que CNN cubrió a Jolani. En 2013, la cadena lo etiquetó como uno de los “10 terroristas más peligrosos del mundo”, conocido por secuestrar, torturar y asesinar a minorías raciales y religiosas.

Jolani sigue figurando en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y el FBI ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información sobre su paradero. Washington y otros gobiernos occidentales consideran que la nueva organización de Jolani, Hay'at Tahrir al-Sham (HTS), es una organización idéntica a Al Qaeda/Al Nusra.

Esto plantea un grave dilema de relaciones públicas para las naciones occidentales, que apoyaron el derrocamiento del presidente Bashar al-Assad liderado por HTS. Y por eso, Politico y otros informan que hay una “enorme lucha” en Washington para eliminar a HTS y a Jolani de la lista de organizaciones terroristas lo más rápido posible.

La creación de un radical

Jolani ha intentado distanciarse de su pasado y presentarse como una fuerza moderadora que puede intentar unir a una Siria profundamente dividida. Si bien en los últimos años ha mostrado voluntad de llegar a acuerdos con otras fuerzas y facciones, no está nada claro si las decenas de miles de soldados que dirige –unidades integradas principalmente por ex combatientes de Al Qaeda/Al Nusra e ISIS– estarán en actitud caritativa una vez que consoliden su poder.

“Siria se está purificando”, dijo a una multitud en Damasco el domingo. “Esta victoria nace de la gente que ha languidecido en prisión y los combatientes han roto sus cadenas”, añadió.

Jolani, cuyo verdadero nombre es Ahmed Hussein al-Shar'a, nació en 1982 en Arabia Saudita, de padres que huyeron de la zona de los Altos del Golán en Siria después de la invasión israelí de 1967. En 2003, fue a Irak para luchar contra las fuerzas estadounidenses. Después de tres años de guerra, fue capturado por el ejército estadounidense y pasó más de cinco años en prisión, incluido un período en el tristemente célebre centro de tortura de Abu Ghraib.

Mientras estuvo en Irak, Jolani luchó con el ISIS e incluso fue el lugarteniente de su fundador. Inmediatamente después de su liberación en 2011, el ISIS lo envió a Siria con una suma que se rumorea que asciende a 1.000 millones de dólares para fundar el ala siria de Al Qaeda y participar en el movimiento de protesta armada contra Asad que surgió a raíz de la Primavera Árabe.

Al darse cuenta de la pésima reputación que tenía Al Qaeda en la región y en todo el mundo, Jolani intentó cambiar la imagen de sus fuerzas, disolviendo oficialmente el Frente Al Nusra en enero de 2017 y, ese mismo día, fundando HTS. Afirmó que HTS predica una ideología muy diferente y que respetará la diversidad siria. No todo el mundo está convencido de esto, y menos aún el gobierno británico, que inmediatamente proscribió a HTS, describiéndolo como un mero alias de Al Qaeda.

“El hombre de Al Qaeda/ISIS no se ‘reinventó’. Contó con todo el aparato de propaganda e inteligencia de ‘Occidente’, incluida la BBC, que lo hizo por él”, comentó el cofundador de The Electronic Intifada, Ali Abunimah.

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El nuevo gobierno: ama a Israel y odia a Hezbolá

El nombre “al-Jolani” significa “de los Altos del Golán”. Y, sin embargo, el líder parece claramente despreocupado por la invasión israelí de su patria. Las Fuerzas de Defensa de Israel han tomado gran parte del sur de Siria, incluido el estratégico Monte Hermón, con vistas a Damasco. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha declarado que esto es parte de una operación permanente. “Los Altos del Golán… serán para siempre una parte inseparable del Estado de Israel”, proclamó .

Jolani ya ha dicho que no tiene intención de enfrentarse a Israel. “Siria no está preparada para la guerra y no tiene intención de entrar en otra guerra. La fuente de preocupación eran las milicias iraníes y Hezbolá, y el peligro ha pasado”, dijo , algo extraño de decir mientras Israel está llevando a cabo la mayor operación de la Fuerza Aérea de su historia, bombardeando objetivos militares en toda Siria. Otros portavoces de HTS también se han negado categóricamente a comentar el ataque de Israel al país, incluso cuando fueron presionados por periodistas occidentales incrédulos.

Los comentarios de Jolani, que señala a dos fuerzas chiítas en lugar de a Israel como enemigos del Estado, preocuparán a muchos, ya que podrían indicar un retorno al proceso de masacre chiíta que el ISIS llevó a cabo en gran parte de Siria e Irak. En 2016, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó 383 a 0 para clasificar este proceso como genocidio.

Afortunadamente, el nuevo gobierno probablemente será una coalición de fuerzas dispares y moderadas. Sin embargo, estos grupos parecen compartir un hilo común: todos parecen ser pro-Israel. Un comandante del laico Ejército Libre Sirio, por ejemplo, recientemente concedió una entrevista a The Times of Israel, en la que esperaba una nueva era de “amistad” y “armonía” con su vecino del sur. “Iremos por la paz total con Israel… Desde el estallido de la guerra civil siria, nunca hemos hecho ningún comentario crítico contra Israel, a diferencia de Hezbolá, que declaró que su objetivo es liberar Jerusalén y los Altos del Golán”, dijo.

El comandante añadió que “Israel plantará una rosa en el jardín sirio” y pidió el apoyo financiero del país para formar un nuevo gobierno.

Otras fuerzas anti-Assad han ido aún más lejos, y una persona afirmó que Israel “no es hostil hacia quienes no son hostiles hacia él. No los odiamos, los amamos mucho… nos alegramos mucho cuando atacaron a Hezbolá, nos alegramos mucho, y nos alegra que hayan ganado”.

Declaraciones como estas pueden sorprender a un observador casual, pero la realidad es que Israel ha estado financiando , entrenando y armando a gran parte de la oposición siria desde su creación, incluida Al Qaeda, cuyos combatientes heridos son tratados por Israel.

Y aunque las fuerzas islamistas radicales parecían ser enemigas de todos, el único grupo con el que evitaban meticulosamente cualquier enfrentamiento era Israel. De hecho, en 2016, combatientes del ISIS dispararon accidentalmente contra una posición israelí en los Altos del Golán, pensando que eran fuerzas del gobierno sirio, y rápidamente emitieron una disculpa por ello.

Desde los Altos del Golán, la campaña israelí, que duró un año, contra posiciones de Hezbolá y del ejército sirio también debilitó gravemente a ambas fuerzas, ayudando a la oposición en su victoria.

Al Qaeda y Estados Unidos: una relación complicada

Mientras tanto periodistas como políticos estadounidenses se esfuerzan por cambiar sus opiniones sobre Jolani y HTS, la realidad es que, durante gran parte de su existencia, Washington ha disfrutado de una relación muy estrecha con Al Qaeda. La organización nació en Afganistán en los años 1980, gracias en gran medida a la CIA. Entre 1979 y 1992, la CIA gastó miles de millones de dólares en financiar, armar y entrenar a milicianos muyahidines afganos (como Osama bin Laden) en un intento de desangrar a la ocupación soviética. Fue a partir de las filas de los muyahidines que Bin Laden construyó su organización.

Durante la década de 1990, la relación de Bin Laden con Estados Unidos se deterioró y terminó convirtiéndose en un objetivo principal de Al Qaeda, lo que culminó en los infames ataques del 11 de septiembre de 2001 en la ciudad de Nueva York y Washington, DC.

La administración Bush utilizó estos ataques como pretexto para invadir Afganistán e Irak, afirmando que Estados Unidos nunca estaría a salvo si no se destruía por completo a Al Qaeda. Bin Laden se convirtió en quizás el individuo más notorio del mundo, y la sociedad estadounidense quedó patas arriba en un supuesto esfuerzo por derrotar al extremismo islámico.

Y, sin embargo, en la década de 2010, mientras Estados Unidos aparentemente estaba en guerra con Al Qaeda en Irak y Afganistán, colaboraba secretamente con ella en Siria en un plan para derrocar a Asad. La CIA gastó alrededor de mil millones de dólares por año en entrenar y armar a una amplia red de grupos rebeldes con ese fin. Como le dijo el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan a la secretaria de Estado Hillary Clinton en un correo electrónico filtrado en 2012: “AQ [Al Qaeda] está de nuestro lado en Siria”.

Así, aunque muchos observadores casuales pueden quedar sorprendidos al ver que los medios de comunicación y la clase política acogen al líder de Al Qaeda en Siria como un campeón moderno y progresista, la realidad es que la relación de Estados Unidos con el grupo simplemente está volviendo a una posición que tenía antes. En consecuencia, parece que la guerra contra el terrorismo llegará a su fin y los “terroristas” serán reclasificados como “rebeldes moderados” y “luchadores por la libertad”.

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Noticias de MintPress · Robert Inlakesh · 3 de diciembre de 2024

¿Quién define “terrorista”?

Por supuesto, muchos han argumentado que la Lista de Estados Terroristas de Estados Unidos es completamente arbitraria y que es simplemente un barómetro de quién goza de buena reputación en Washington en un momento dado. En 2020, la administración Trump eliminó a Sudán de su lista de estados patrocinadores del terrorismo a cambio de que el país normalizara sus relaciones con Israel, lo que demuestra lo transaccional que era la lista.

Unos meses más tarde, eliminó de su lista al Movimiento Islámico del Turkestán Oriental (una milicia uigur actualmente activa en Siria) debido a su actitud de endurecimiento hacia China, viendo al ETIM como un peón útil para jugar contra Pekín.

Washington también sigue manteniendo a Cuba en su lista de países terroristas a pesar de que no hay evidencia de que la isla apoye a grupos terroristas.

Y Estados Unidos se negó a eliminar a Nelson Mandela de su lista de los terroristas más notorios del mundo hasta 2008, catorce años después de que asumiera la presidencia de Sudáfrica. En comparación, la redesignación de Jolani podría demorar menos de catorce días.

Se está llevando a cabo una gigantesca operación de renovación de imagen. Tanto los medios corporativos como el gobierno de Estados Unidos han intentado transformar al fundador y jefe de una organización afiliada a Al Qaeda en un actor progresista y de concienciación. Queda por ver cómo gobernará Jolani exactamente y si podrá mantener el apoyo de una amplia gama de grupos sirios. Sin embargo, dado lo que hemos visto en la última semana, puede estar seguro de que disfrutará de un fuerte apoyo de la prensa occidental.

Fuente: Mintpressnews