Los hospitales de Gaza fueron incendiados junto a sus pacientes y personal médico, un acto de brutalidad sin precedentes destinado a borrar los últimos vestigios de vida en Gaza.
Durante más de un año, una población entera ha sido sistemáticamente exterminada, mientras el silencio domina la postura de la mayoría de los países árabes y sus gobernantes. Mientras tanto, las naciones occidentales persisten en defender al criminal y justificar sus crímenes, invalidando toda retórica y eslóganes sobre los derechos humanos, el derecho internacional y el supuesto valor de las conmemoraciones globales. El Día Internacional de Prevención del Genocidio, en la práctica, se convierte en una plataforma que sanciona indirectamente los crímenes de la entidad ocupante y el borrado del pueblo palestino, borrando familias de los registros civiles.
¿Cuántos años más debe continuar este genocidio contra un pueblo oprimido antes de que las naciones y las autoridades pertinentes actúen para poner fin a la matanza y la brutalidad? Si la entidad ocupante admite abiertamente que no tiene intención de detener su guerra sobre Gaza, ¿significa esto que el mundo permanecerá inmóvil hasta que el genocidio se complete? Esta guerra, que ya lleva más de un año, ha revelado una verdad irrefutable: no hay forma efectiva de confrontar este nivel de atrocidad, excepto a través de la resistencia. Confiar en decisiones internacionales, instituciones de derechos humanos o acuerdos no ha devuelto la vida ni la libertad al pueblo palestino: la historia lo demuestra una y otra vez.
Aunque algunos esfuerzos legales han roto el silencio, aún no han detenido el genocidio de la entidad ocupante ni puesto fin a la guerra. A pesar de que la ONU, las organizaciones de derechos humanos y los grupos de vigilancia han dado la voz de alarma sobre las acciones de la entidad ocupante, e incluso cuando la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el Primer Ministro de la entidad, el genocidio sigue su curso, intensificándose con el tiempo.
Recientemente, The New York Times reveló un informe confirmando que la entidad ocupante autorizó a sus fuerzas a lanzar ataques en Gaza, incluso si resultaban en bajas civiles significativas, tras la Operación Al-Fogata de Al-Aqsa el 7 de octubre. Según el informe, se otorgó autoridad a oficiales de rango medio para atacar una amplia gama de sitios, incluso si los ataques ponían en riesgo la vida de hasta 20 civiles.
De manera similar, el diario hebreo Haaretz reportó confesiones de soldados de la entidad ocupante sobre la magnitud sin precedentes de las atrocidades cometidas contra el pueblo palestino. Estos brutales asesinatos masivos han afectado la salud psicológica de algunos soldados, como se refleja en sus testimonios.
Una doctora palestina en Gaza pregunta angustiada: “¿Qué queda de los mártires después de la muerte? ¿Huesos y recuerdos, eso es todo lo que queda de una persona? ¿Quién hereda su miedo, ansiedad y tristeza?”
Iman Al-Haj Ali, periodista de Gaza, captura el sentir de su pueblo, diciendo: "Al final de este año y el comienzo de uno nuevo, los palestinos sueñan con el fin del genocidio. Esperan que sus historias no sigan siendo ignoradas en un mundo fragmentado, sino que reciban una respuesta de aquellos con la capacidad de escuchar y actuar para lograr un cambio real."
Fuente: Al Ahed