El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, estaba realizando el lunes una rueda de prensa cuando una periodista le preguntó si Washington apoyaría un caso de la Corte Penal Internacional (CPI) contra el derrocado presidente sirio, Bashar al-Asad, por la supuesta comisión de “crímenes contra la humanidad” y la respuesta fue “Sí”.

“Apoyamos la labor de la CPI. Sé que, obviamente, no hemos estado de acuerdo con la corte”, respondió el vocero, lo que causó la burla de los presentes por la flagrante hipocresía de la Casa Blanca respecto a labores del tribunal de La Haya.

La periodista preguntó también que ¿si Washington apoya el trabajo de la CPI cuando se trate de Israel?

Miller luego intentó justificar la hipocresía de su país al respecto. “Obviamente hemos tenido una disputa jurisdiccional con ellos en lo que se refiere a casos contra Israel. Se trata de una disputa jurisdiccional de larga data. Pero dicho esto, también hemos dejado en claro que apoyamos ampliamente su trabajo”, arguyó.

Estados Unidos, el principal aliado de Israel, no tardó en rechazar y condenar las órdenes de arresto emitidos en noviembre contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su ex ministro de asuntos militares, Yoav Gallant, por ser los principales responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en la Franja de Gaza desde octubre del año pasado.

El presidente estadounidense, Joe Biden, consideró “escandaloso” el fallo de la CPI contra Netanyahu y dijo que el tribunal no tenía credibilidad y competencia para juzgar al premier israelí.

El fallo de la CPI provocó además condenas y protestas dentro del Congreso estadounidenses. El senador republicano, Tom Cotton, amenazó con atacar a los Países Bajos o a cualquier país que coopere con las órdenes de arresto, evocando una controvertida ley estadounidense conocida como “Ley de Invasión de La Haya”.

Estados Unidos aprobó dicha ley en 2002. La legislación autoriza al presidente del país norteamericano a usar “todos los medios necesarios y apropiados para lograr la liberación de cualquier estadounidense o personal aliado que esté detenido o encarcelado por, en nombre de, o a solicitud de la CPI”.

Desde octubre del año pasado, la campaña genocida estadounidense-israelí en la Franja de Gaza se ha cobrado la vida de casi 44 786 personas, dejando en ruinas importantes porciones del enclave palestino.

Fuente: Hispantv