A pesar de la política de opacidad en torno a las bajas, que ha sido habitual en el ejército israelí bajo el amparo de la “censura militar”, los nuevos informes oficiales reconocen la muerte de 793 soldados israelíes desde el comienzo del genocidio.
El informe también revela que 192 oficiales han sido asesinados, lo que implica que uno de cada cuatro oficiales muertos era un comandante. Entre los caídos se incluyen 67 comandantes de pelotón, 63 comandantes de compañía, 20 subcomandantes de compañía, 7 subcomandantes de batallón, 5 comandantes de batallón y 4 comandantes de brigada.
En cuanto a la procedencia de las bajas, el 48% de los fallecidos eran soldados reclutados, el 18% formaban parte del “servicio permanente” y el 34% eran reservistas.
Ayer el miércoles, el Canal 14 reportó que en un plazo de 48 horas, 11 oficiales y soldados israelíes perdieron la vida y más de 10 resultaron heridos en los combates en Gaza y Líbano.
Mientras tanto, expertos militares creen que “Israel” está ocultando la verdadera cifra de muertes de soldados.
Las operaciones de Resistencia en Gaza y Líbano continúan intensificando las pérdidas para el ejército israelí, y la radio del ejército israelí informó que las autoridades israelíes se están preparando para expandir el cementerio militar en el Monte Herzl, en la ciudad ocupada de Al-Quds (Jerusalén).
El informe señaló que se agregarán 600 nuevas tumbas para enterrar a soldados israelíes, una decisión tomada ante la creciente tensión y la mayor necesidad de espacio para enterramientos de personal militar.