Traducido por Silvia Arana para Rebelión
+ Si en primera instancia, la historia se repite como farsa, ¿cómo se repite después?
+ Kamala Harris demostró ser demasiado cobarde como para dirigirse a sus seguidores el martes por la noche, mientras su derrota ante Trump se hacía cada vez más inevitable. ¿Pero qué podía decir? No podía decir con sinceridad de que había realizado una campaña electoral contundente en defensa de los pobres, los oprimidos y los que no tenían voz o que había luchado por la paz y la dignidad humana y para combatir el cambio climático. Me interesaría mucho escucharla explicar cuáles habían sido los ejes principales de su campaña electoral, pero ni siquiera Harris probablemente podría haber identificado el propósito o el significado de un accionar condenado al fracaso…
+ Desde fuera, toda la campaña electoral de Harris parecía tener como objetivo salvar el sistema económico (neoliberalismo) que ella describió falsamente como “democracia”, que no funciona para grandes segmentos tanto de la izquierda como de la derecha política. Al mismo tiempo, ella y Biden desafiaban y se burlaban de las leyes internacionales para armar y financiar un genocidio en Gaza. Sus hipocresías fueron demasiado transparentes.
+ En una presentación desastrosa, a pesar del ambiente amistoso ofrecido por el Show de Stephen Colbert, en un momento en que su burbuja de popularidad post-convención/debate comenzó a desinflarse sin parar:
Stephen Colbert: Bajo su gobierno, ¿cuáles serían los cambios más importantes y qué cosas permanecerían igual?
Harris: Claro. Bueno, quiero decir, obviamente, que no soy Joe Biden. Entonces ese sería un cambio. Pero también creo que es importante decir, cuando faltan 28 días para las elecciones, que tampoco soy Donald Trump.
+ Al igual que Hubert Humphrey, Harris llevaba la carga de una guerra impopular (una guerra y un genocidio en su caso) que estaba librando su propio jefe. Humphrey intentó distanciarse del presidente LBJ [Lindon B. Johnson] sobre la Guerra de Vietnam, pero ya era demasiado tarde. En cambio, Harris ni lo intentó.
+ La obstinada negativa de Harris a distanciarse de alguna manera de Biden llegó al extremo de traspasar su campaña al personal de la campaña de Biden, a las mismas mentes de estrategas brillantes que iban perdiendo ante Trump por 10 a 15 puntos en julio…
+ En 2016 Harris tenía políticas muy diferentes cuando se postuló contra Biden en las primarias, tal vez debería haberse quedado con algunas de ellas, en lugar de decir cosas como que sus creencias no habían cambiado, pero que su posición sobre fracking/atención sanitaria nacional/la frontera…. sí habían cambiado.
+ En lo que obviamente iba a ser una elección de “cambio”, cuando Harris tuvo la oportunidad de diferenciarse de Biden, dijo que no había “nada en lo que pudiera pensar” que haría de manera diferente…
+ El cambio radical de Harris respecto del fracking es emblemático de toda su campaña: un tema relativamente menor, pero que dio una visión devastadora del vacío de su postura política. Nunca pudo explicarlo porque era pura especulación política (y mala). Estaba dispuesta a invalidar su posición anterior sobre el cambio climático para conseguir unos millares de votos en Pensilvania. Fue el equivalente a cuando Hillary Clinton le dijo a los ejecutivos de la financiera Goldman Sachs que ella «tenía una política en público y otra en privado». Pero aún más inepto. ¿Cómo podía hacer una campaña basada en honestidad y confianza, después de demostrar deshonestidad y no ser digna de confianza en un tema que ella había descripto como una» amenaza existencial para la vida humana en la Tierra»?
+ Harris vendió al movimiento contra el cambio climático (y al clima) y aun así perdió Pensilvania…
+ La derrota de Harris en Pensilvania prácticamente garantiza que los demócratas elegirán a Josh Shapiro como su líder en 2028, y no revertirán el rumbo de su apoyo ciego a Israel.
+ Quizás Harris si no hubiera hecho campaña allí, habría tenido más posibilidades de ganar Wisconsin, como fue el caso con Hillary Clinton. Pareciera ser que cuanto más la vieron, menos había para ver…
+ Sondeo a boca de urna en Wisconsin: Trump duplicó su apoyo entre los votantes afroamericanos. Ahora tiene alrededor del 20% del voto afroamericano, en comparación con el 78% de Harris. Hace cuatro años, Trump ganó sólo alrededor del 8% de los votantes afroamericanos en ese estado.
+ John Kerry perdió, en parte, porque su campaña “Listos para servir” enfatizó su carrera militar mientras se desmoronaba la guerra en Irak. Harris representó el rol de fiscal de mano dura en un momento de tiroteos policiales en cifras récords; no es de extrañar que colapsara el apoyo de parte de hombres afroamericanos e hispanos.
+ Como escribí en mi artículo hace dos semanas, la estrategia de Harris de hacer campaña junto a Liz Cheney con el fin de ganar para su causa a los míticos votantes de Haley -cuando la propia Haley estaba haciendo campaña por Trump- estaba condenada al fracaso. Y fracasó espectacularmente. Recordemos que cuando Dick Cheney [padre de Liz Cheney y exvicepresidente de Bush] dejó el cargo, era una de las figuras más universalmente vilipendiadas de la historia de Estados Unidos, con un índice de aprobación del 13%.
+ Los conceptos de la campaña de Harris fueron tan mal desarrollados que no hicieron mella contra Trump en el tema central elegido para desprestigiarlo: Que su movimiento MAGA era una amenaza a los valores democráticos…
+ La maniobra de presentarse con Liz Cheney no la ayudó con los independientes. En Pensilvania, los independientes emitieron 50-44 votos a favor de Donald Trump.
+ Si algo bueno saliera de este desastre, sería terminar con la carrera política de los Clinton, Biden, Bush, Obama y Cheney… Pero no sucederá. Todos regresarán de una manera u otra. Lo único con lo que podemos contar es que no se aprenderá ninguna lección de esta debacle. Los demócratas perdieron ante Trump de la misma manera que en 2016, sólo que esta vez es peor.
+ Ryan Grim: “Los Cheney han robado dos elecciones a los demócratas, pero no se les puede culpar por la segunda”.
+ Enviar a Bill Clinton, creador del TLCAN a regañar a los votantes árabe-estadounidenses en Michigan (¡de todos los lugares!) y a Obama a arengar a los hombres afroamericanos en Pensilvania durante la última semana de la campaña parece haber funcionado bien…
+ La campaña de Harris se negó a incluir a un orador antigenocidio en la Convención Nacional del Partido Demócrata, incluso uno dispuesto a pronunciar un discurso dócil, sin confrontaciones y previamente aprobado.
+ Harris perdió el sur de Dearborn, Michigan, una zona 90% musulmana que Biden había ganado con el 88% de los votos hace cuatro años…
Trump: 46.8%
Harris: 27.68%
Stein: 22.11%
+ Dr. Gassan Abu Sitta: “Se acabó un presidente genocida demasiado hipócrita para admitirlo. Y llega un presidente orgullosamente genocida”.
+Harris hizo pocos esfuerzos por cortejar el voto juvenil y, en ocasiones, pareció desdeñarlo activamente. Le pagaron bien pagado. Sondeo en boca de urna de CBS News en Michigan: “Los votantes más jóvenes (entre 18 y 29 años) se inclinan ligeramente por Trump en este momento… Este déficit para Harris se debe en gran medida a los varones más jóvenes de Michigan que favorecen a Trump”.
+ Alrededor del 67% de los votantes calificaron la economía como “no tan buena/mala”. La insatisfacción con la economía pospandemia es evidente desde hace al menos dos años. Pero Biden y Harris no hicieron nada para abordar el tema central en las elecciones excepto decirle a la gente que la angustia económica que sentían era «psicosomática».
+ Según Votecast de AP, las personas afiliadas a sindicatos votaron por Harris 57-39. Quizás la campaña de Harris debería haber presentado más a Shawn Fain [presidente de la Unión de Trabajadores Automotrices] y menos a Liz Cheney y Mark Cuban.
+ Hogares con ingresos de $100.000 y menos…
2020: Biden 70%, Trump 29%
2024: Harris 48%, Trump 49%
+ Tanto Harris como Biden les dieron la espalda a las políticas económicas más exitosas y populares de principios de la era Biden. Intentaron convencer al país de que la pandemia había terminado, a pesar de que el COVID seguía causando enfermedad, muerte y pobreza en la gente. Mientras tanto, Biden seguía escribiendo cheques en blanco a Israel y a Ucrania.
+ ¿Recuerdas cuando los demócratas prometieron cheques de estímulo de $2.000 y luego solo entregaron $1.400? Las personas que viven en los márgenes económicos, como la mayoría durante la pandemia, tienen muy buena memoria…
+ Los votantes en el estado republicano de Missouri votaron a favor de aumentar el salario mínimo estatal a 15 dólares para 2026 y garantizar días de enfermedad remunerados a los trabajadores. Los votantes de Nebraska también aprobaron la Iniciativa 436, que otorga a los trabajadores el derecho a obtener licencia pagada por enfermedad. Harris esperó hasta las últimas dos semanas de campaña para respaldar el pedido de aumento del salario mínimo federal.
+ Además de Gaza y la economía, el equipo de Harris pareció malinterpretar totalmente al electorado, tal vez creyendo que podían ganar sólo con la brecha de género (21 puntos). No pudieron. El 71% de los votantes eran blancos (frente al 67% en 2020), el 11% eran afroamericanos (frente al 13%) y el 12% eran hispanos (ligeramente menos que el 13%). Este “aumento de blancos” y “disminución de los demás” se debe, al menos en parte, a que Harris no les dio a los afroamericanos e hispanos una razón para votar y sí les dio, en cambio, muchas razones para quedarse en casa.
+ Harris no es Claudia Scheinbaum…
Hombres latinos, 2020: Biden 59%, Trump 36%
Hombres latinos, 2024: Harris 45%, Trump 53%
+ El condado de Hidalgo, Texas, es 92% latino. Hilary Clinton ganó con un 68,5%. Biden ganó con el 58% de los votos. Harris y Trump están 50/50.
+ En 2016, Hillary Clinton ganó el condado de Cameron, Texas, que es 80% hispano, por un 16%. Anoche, con más del 95% de los votos contados, Trump aventajaba a Harris entre un 52% y un 47%.
+ Ted Cruz ganó entre los votantes latinos por 6 puntos, según los sondeos a boca de urna de NBC News. En su última contienda electoral en 2018, Cruz perdió entre los latinos por 29 puntos, un cambio de 35 puntos.
+ Algunos sectores demócratas esperaban que Harris ganara Carolina del Norte. No lo logró. De hecho, Trump ganó el condado de Anson, Carolina del Norte, donde el 40% de la población es afroamericana. Esto convierte a Trump en el segundo republicano en ganar este condado desde la Reconstrucción.
+ Pero no se trata sólo del voto de varones hispanos y afroamericanos. En Nueva York, con más del 95% de los votos, Kamala Harris obtuvo el 67,8% en las encuestas. Si esto se mantiene, será el peor desempeño de un candidato presidencial demócrata en la ciudad desde Dukakis en 1988…
+ Parece probable que Harris también pierda el voto popular, lo que les quitaría a los demócratas la obligación de fingir que se oponen al sistema de Colegio Electoral.
+ Los candidatos demócratas al Senado obtuvieron resultados de entre 1 y 3 puntos porcentuales por encima de Harris, pero han perdido escaños en Virginia Occidental y Ohio, y es probable que también pierdan Montana, frente a un rival republicano al que se le descubrió que mintió acerca de haber recibido un disparo en Afganistán.
+ Doug Henwood [Marido de Kamala Harris]: “Tim Walz. ¿Recuerdas cuando él era una cosa?»
+ Walz es alguien a quien nunca se le permitió hacer lo suyo…
+ La decisión de Biden de nombrar a Merrick Garland como Fiscal General de la nación fue el nombramiento más contraproducente desde que Obama eligió a Tim Geithner para dirigir el Tesoro y este rescató a los mismos banqueros que habían estafado a los ciudadanos que votaron por Obama.
+ Al final, Harris no superó los votos que había recibido Biden en 2020 ni en un solo condado del país.
+ ¿Quizás deberían haber tenido una primaria*…?
*Nota de la traductora: El Partido Demócrata realizó primarias en las que fue elegido Joe Biden. Debido al deterioro mental del candidato elegido, la cúpula del Partido Demócrata forzó el retiro de Biden, y en lugar de tener una convención abierta para elegir a un nuevo candidato, nombró a Kamala Harris.
Jeffrey St. Clair: Editor de CounterPunch. Su libro más reciente es An Orgy of Thieves: Neoliberalism and Its Discontents (coescrito con Alexander Cockburn). sitka@comcast.net – @JeffreyStClair3.
Fuente: https://www.counterpunch.org/2024/11/06/chronicle-of-a-defeat-foretold/