La ofensiva del régimen israelí y un déjà vu de los errores que cometió en 2006

La ofensiva del régimen israelí y un déjà vu de los errores que cometió en 2006

¿Acaso cree el ejército de ocupación que realmente ha asestado golpes contra el potencial militar de la resistencia? Esta es la embriaguez de los primeros golpes.
Annur TV
Saturday 28 de Sep.
La ofensiva del régimen israelí y un déjà vu de los errores que cometió en 2006

La tensión no ayuda cuando se trata de entender lo que sucede, no ayuda porque no y punto. Lo que ayuda es respirar profundo y mirar a nuestro alrededor para observar lo que ha pasado, preguntarnos por qué y cómo ha pasado y hacia dónde nos dirigimos a partir de ahora.   

El enemigo no ha decidido de una manera repentina abrir fuego, que quede claro, fuimos nosotros quienes abrimos fuego en apoyo de Gaza, y cuando lo hicimos, no actuamos como los niños del barrio que decidieron vengarse porque alguien ha insultado a un prójimo. 

Más bien, lo hicimos con plena conciencia de que la esencia de lo que busca la resistencia y su objetivo central es esforzarse por la eliminación de la entidad ocupante; es cierto que es un objetivo que parece fantasioso en la mente de muchos, pero está arraigado en la mente de un segmento de la población de esta región con Hizbullah a la cabeza; y es un objetivo que presupone inevitablemente una estrecha cooperación con la población del país, es decir, con los palestinos, por ello la relación entre la resistencia en Líbano y todos los que luchan contra el enemigo dentro de Palestina se ha desarrollado y evolucionado; por lo tanto, cualquiera que piense que Hizbullah se quedará de brazos cruzados ante lo que está ocurriendo en Gaza o es un tonto o sufre de miopía política. 

Lo que ocurrió es que la estrategia de la resistencia en el frente de apoyo se basó en aumentar el ritmo de desgaste del ejército de ocupación, con el fin de impedir que empleara todos sus esfuerzos contra Gaza y su pueblo, intentando desgastar su frente interno, mediante una operación sin precedentes en la historia del conflicto árabe-israelí, que obligó a vivir sin seguridad a cerca de un cuarto de millón de colonos, la mitad de los cuales han sido completamente desplazados de los asentamientos, y la otra mitad sufre desde el 8 de octubre del año pasado..

El enfrentamiento presuponía unas reglas precisas que no permitirían al enemigo responder fuera del marco que la resistencia deseaba; la cual tuvo que soportar grandes costes, tanto en términos de su cuerpo yihadista, como a nivel de los dirigentes y combatientes, y tuvo que tratar de una manera especial con unos cien mil libaneses desplazados de las aldeas del frente.

Durante más de once meses, el plan de la resistencia funcionó, lo cual aumentó la ira del enemigo, quien al percatarse de que no podía haber un alto al fuego en el norte sin un alto el fuego en el sur, decidió cambiar las reglas del juego.

Desde hace muchas semanas, Netanyahu, junto con un amplio equipo político y militar, se dio cuenta de que la guerra de Gaza había llegado a un punto muerto, no existía ninguna posibilidad práctica de recuperar a los prisioneros o de eliminar efectivamente a Hamas, por ello tuvo que modificar la “lista de objetivos” colocando el expediente del Norte sobre la mesa; él eligió un momento que no permite que surja una oposición, ni desde dentro del Gobierno ni desde fuera del mismo, porque incluso quienes se oponían a su política en Gaza le acusaban de flaquear ante Hizbullah, lo cual le facilitó lograr un doble objetivo: Detener el debate sobre Gaza y hacer del objetivo del retorno de los colonos al norte una razón para continuar la guerra. 

Que conste que Netanyahu no huía de un acuerdo en Gaza, sino que quiso desviar la atención de su proyecto integral allí (otro día volveremos sobre los detalles de los planes de “Israel”, en cooperación con estados árabes y entidades occidentales, para mantener una ocupación sostenible de la Franja de Gaza, especialmente de la zona que se extiende desde el sur de Netzarim hasta el extremo norte); hoy actúa como si tuviera suficiente legitimidad interna para ir a la guerra contra Líbano, beneficiándose de la cobertura estadounidense y del apoyo semipúblico de sus aliados árabes, quienes han dirigido criticas indirectas a “Israel” por haber fracasado a la hora de deshacerse de Hizbullah en el pasado.

Sin embargo, cuando Netanyahu decidió cambiar las reglas de confrontación en el norte, no nos aportó nada nuevo, más bien, siguió el mismo principio que adoptó en Gaza, creyendo que la presión militar es suficiente para hacer retroceder al adversario, con un (peligroso) añadido relacionado con nuestra línea del frente, donde el enemigo, en cooperación con Estados Unidos y los países europeos y árabes, está trabajando para tratar de implicar a grupos libaneses y a algunos opositores sirios en una campaña, mediante la cual, desean que se manifieste en la forma de un levantamiento que le exija a la resistencia un alto al fuego; oiremos hablar más a algunos diciendo que al Líbano no le incumbe el “apoyo a Gaza”, más bien hay quienes creen en primer lugar, que no es de la incumbencia de Líbano lo que ocurre en toda Palestina.   

Pero “Israel” no es estúpido todo el tiempo, ya que ha conocido a Líbano en cuanto al potencial de la resistencia y la capacidad de aquellos con los que se ha aliado y les ha prestado grandes servicios, asimismo, sabe que derrotar a Hizbullah requiere de algo más que declaraciones y consignas, y por eso el enemigo ha puesto en marcha un programa de seguridad y militar cualitativo y gradual, con gran intensidad de fuego para conseguir lo siguiente:

En primer lugar, asestar duros golpes a la cúpula militar de Hizbullah e intentar asediar al Sayyed Hassan Nasrallah mediante lo que “Israel” considera un proceso de “cortarle la extremidades”, este proceso se basa en la teoría del enemigo que reza: que al Sayyed Nasrallah debe ser sometido a un sacudón desequilibrándolo para obligar al partido a la retirada.

En segundo lugar, pretender hacer sentir a Hizbullah, a la resistencia y a la opinión pública, que “Israel” es capaz de llegar donde quiera y que no se contenta con operaciones localizadas, sino que es capaz de llevar a cabo incursiones a gran escala como las que ha lanzado en las últimas horas, para provocar lo que el enemigo supone que es un terremoto que afectará a toda la estructura de Hizbullah y que produciría una gran presión que obligaría al partido a replegarse.  

El problema de “Israel” radica no en su falta de comprensión de la resistencia, sino su continua falta de comprensión de la naturaleza de su enemigo y de sus centros de poder. 

En tercer lugar, el enemigo adopta el principio de crear “conmoción y pavor” mediante brutales operaciones de bombardeo como la que llevó a cabo ayer, con la clara intención de dirigir los ataques contra hogares y centros residenciales donde hay civiles, asesinando a líderes civiles del partido en las aldeas y aterrorizando a los sobrevivientes entre los habitantes… todo esto con el fin de crear confusión, acompañada del desplazamiento de cerca de medio millón de personas lejos de sus hogares y aldeas, antes de que intercedan los mediadores ofreciéndonos a nosotros los términos de una rendición, enarbolando la misma consigna: Qué queréis vosotros en Gaza, detened el Frente de Apoyo, dejad que vuestras familias regresen a sus aldeas, y permitid llegar a acuerdos que hagan que “Israel” se sienta confiada en cuanto al retorno de los colonos a sus hogares.

Volvamos a lo sucedido durante las últimas veinticuatro horas, en las que se han visto cosas que hay que escrutar por su naturaleza antes de hablar de sus consecuencias; cualquiera que se considere señalado con el acontecimiento, debe recordar o volver a los archivos, leer y repasar todo lo que hizo el enemigo entre el 12 y el 16 de julio de 2006, y encontrará una congruencia no sólo en las declaraciones, sino también en las expectativas del enemigo en cuanto a lo que han logrado sus ataques militares, aunque fuese diferente la ola actual en términos de nuevas tecnologías, operaciones de seguridad complejas o intensidad de potencia de fuego.  

Ayer por la tarde aparecieron ante las pantallas los dirigentes el ente enemigo para hablar de la destrucción de las capacidades de la resistencia y afirmar de que están al borde de la victoria; ellos aquí repiten el mismo error de la experiencia anterior al malinterpretar la naturaleza de la respuesta de la resistencia, la cual disparó andanadas de misiles contra los asentamientos en el corazón de la Palestina ocupada. 

Lo que hay que entender muy bien es que el enemigo no tiene creatividad fuera de la lógica de asesinar, no ha aprendido bien la lección, ni ha aprendido que la clave está en establecer una estrategia realizable; sigue siendo el mismo monstruo que conocemos muy bien, desde la creación de la entidad, y que hemos llegado a conocer mejor en todo lo que ha hecho desde 1978; sin embargo, sigue probando su suerte, iluso de que las condiciones de rendición que ofrece a la resistencia son viables.

Sabemos que el enemigo se está preparando para operaciones brutales adicionales, y está preparando acciones en las que demuestra su destreza en operaciones de comandos, asesinatos de precisión, bombardeos por sorpresa y operaciones de ataque relámpago, y que puede operar sus aviones las veinticuatro horas del día y se beneficia del apoyo estadounidense irrestricto, no sólo con armamento, sino también con apoyo de inteligencia y cooperación en planes operativos, y sugiere que en cierto momento ha allanado el camino para que los mediadores (todos ellos portadores de un único mensaje israelí) obliguen a la resistencia a aceptar condiciones que garantizarán la separación del frente libanés de Gaza, abriendo la puerta a acuerdos diferentes en el sur.

Uno de los problemas actuales de la resistencia es que en Líbano hay quienes conviven con la misma, pero siguen sin comprender sus premisas y su mecanismo de toma de decisiones; mientras que el problema del enemigo ya no se limita a reconocer su naturaleza, sino que no calcula que lo que tiene que hacer es no contar las andanadas esporádicas que salen de algunos puntos de donde se encuentra la resistencia, sino en efecto prepararse para algo que nunca ha experimentado antes y cuando se enfrente a lo impensable, en ese momento se verá obligado a buscar explicaciones para dar a sus soldados y colonos, antes de buscar un mediador que llame a la puerta de la resistencia día y noche, ¡suplicando un alto al fuego! - 

Fuente: Al Manar


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