Cuando Cindy y Craig Corrie se enteraron de la muerte de Ayşenur Ezgi Eygi, la mujer turco-estadounidense asesinada en una protesta en la Cisjordania ocupada la semana pasada , se reabrió una herida que tenía 21 años. “Sientes que tu propia familia se está desgarrando cuando sabes que eso le está pasando a otra familia. Hay un agujero ahí que nunca se va a llenar para cada una de estas familias”, dijo Craig Corrie.

En 2003, su hija Rachel murió aplastada por una excavadora del ejército israelí durante una protesta en Rafah contra las demoliciones de viviendas en Gaza. Esta semana, la pareja se ha unido a un coro de defensores de los derechos humanos que piden una investigación independiente sobre la muerte de Eygi, afirmando que temen que su caso quede impune como el de su hija.

“Es algo muy personal”, dijo Craig, cuya hija –como Eygi– era una joven universitaria idealista y comprometida políticamente del estado de Washington y miembro del Movimiento de Solidaridad Internacional, una organización pro palestina. “Ésta, ya sabes, es muy parecida y hay muchas similitudes”.

La pareja ha presionado durante décadas para exigir justicia en el caso de Rachel, en el que el ejército israelí se exoneró a sí mismo y Estados Unidos no inició su propia investigación. En 2015, el Tribunal Supremo israelí falló en contra de los Corrie en una demanda que buscaba responsabilizar a Israel .

Rachel Corrie murió aplastada por una excavadora del ejército israelí durante una protesta en Rafah contra las demoliciones de viviendas en Gaza en 2003. Fotografía: Denny Sternstein/AP

Al enumerar los nombres de activistas y periodistas que han muerto en Gaza y Cisjordania desde principios de la década de 2000, la pareja argumentó que cada asesinato impune hacía más probable el siguiente.

“Si hablamos de cambios, creo que están cambiando para peor”, dijo Craig Corrie. “En nuestra familia, nuestro motivo para hacer el trabajo que hemos hecho… era tratar de evitar que esto le sucediera a otra persona y [vemos] que eso no sucedió”.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron el martes que una investigación inicial sobre la muerte de Eygi había concluido que era "muy probable" que ella fuera "alcanzada indirecta e involuntariamente por fuego de las FDI" , indicando que el gobierno israelí aceptaba que sus soldados la mataron, pero sería poco probable que procesara a alguien por su muerte.

La familia de Eygi ha presionado a Joe Biden, Kamala Harris y al secretario de Estado, Antony Blinken, para que se realice una investigación independiente “sobre el asesinato ilegal de un ciudadano estadounidense y para garantizar la plena responsabilidad de los culpables”.

En respuesta a las conclusiones iniciales de las FDI, Blinken emitió el martes algunas de sus declaraciones más duras hasta la fecha, calificando el asesinato de Eygi de “no provocado e injustificado” y diciendo que “nadie debería ser asesinado a tiros por asistir a una protesta”.

“En nuestra opinión, las fuerzas de seguridad israelíes deben hacer algunos cambios fundamentales en su forma de operar en Cisjordania, incluidos cambios en sus reglas de combate”, dijo. “No es aceptable, tiene que cambiar… Y se lo dejaremos claro a los miembros más importantes del gobierno israelí”.

Sin embargo, el Departamento de Estado también ha indicado que no tiene previsto realizar una investigación individual sobre la muerte. Biden tampoco ha pedido una investigación independiente, a pesar de que la Casa Blanca dijo que estaba “profundamente perturbada” por el asesinato. En una declaración del martes, el presidente dijo: “ Debe haber una rendición de cuentas plena. E Israel debe hacer más para garantizar que incidentes como este nunca vuelvan a ocurrir”.

Cindy Corrie dijo que a Blinken se le habían prometido cambios en las reglas de combate de las FDI ya en 2011, en un intercambio de cartas con el ex embajador de Israel en Estados Unidos, Michael Oren.

“Si Blinken dice hoy que las reglas de intervención de las Fuerzas de Defensa de Israel deben cambiar, sí, obviamente deben cambiar, pero cuando se trata de manifestantes, Oren y el gobierno de Netanyahu ya le prometieron cambios directamente en 2011”, escribió en un correo electrónico. “Parece relevante”.

Los activistas de derechos humanos sostienen que el gobierno de Estados Unidos ha fracasado sistemáticamente en presionar al gobierno israelí para que acepte su culpabilidad en las muertes de activistas y periodistas, y ha impedido o ignorado las investigaciones iniciadas por organizaciones internacionales como la Corte Penal Internacional o las Naciones Unidas.

“Si eres Estados Unidos, sabes que no habrá rendición de cuentas por parte de Israel”, dijo Bill Van Esveld, director adjunto interino para Israel y Palestina de Human Rights Watch. “Así que la razón por la que [Estados Unidos] no está haciendo nada en casos en los que hay pruebas claras y creíbles de fuentes creíbles de uso ilegal de la fuerza, fuerza letal… la única explicación para eso es política”.

Sarah Leah Whitson, de Democracy for the Arab World Now, un grupo de defensa sin fines de lucro, dijo: “El castigo por matar a tiros a manifestantes de manera ilegal e injusta no son los cambios futuros, ¿no? El remedio adecuado es el procesamiento de los culpables, de los responsables de hacer esto”.

Incluso en el caso de asesinatos de alto perfil, se ha hecho poco. Shireen Abu Akleh, una destacada periodista palestino-estadounidense que trabajaba para Al Jazeera, estaba cubriendo una redada en el campo de refugiados de Yenín en 2022 cuando las fuerzas israelíes le dispararon en la cabeza . Un año después del asesinato y después de que el ejército israelí admitiera que había una “alta posibilidad” de que un soldado israelí la matara, el portavoz principal de las FDI, el almirante Daniel Hagari, apareció en televisión para decir: “Lamentamos mucho la muerte de Shireen Abu Akleh”.

El asesinato de Ayşenur Eygi en Cisjordania fue “no provocado ni justificado”, afirmó Blinken…

Pero nadie fue procesado por su muerte. Una investigación del Departamento de Estado no fue concluyente y afirmó que era probable que los disparos vinieran de posiciones de las Fuerzas de Defensa de Israel, pero no encontró “ninguna razón para creer que esto fuera intencional”. Y en el caso de dos docenas de periodistas muertos por fuego militar israelí entre 2000 y 2022, el Comité para la Protección de los Periodistas dijo que “a pesar de las numerosas investigaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel, nadie ha sido acusado ni responsabilizado por estas muertes”.

Como norma, en los casos de muerte de extranjeros o palestinos, el ejército israelí se ha investigado a sí mismo. Yesh Din, una organización israelí de derechos humanos que monitorea la violencia en la región, dijo que entre 2017 y 2021 se presentaron 1.260 denuncias judiciales contra las Fuerzas de Defensa de Israel, que dieron lugar a un total de 248 investigaciones penales y solo 11 acusaciones. En total, solo el 0,87% de los incidentes dieron lugar a un procesamiento, según el grupo.

La familia de Corrie elogió el apoyo personal que habían recibido de altos funcionarios estadounidenses y representantes locales, incluido Blinken, quien había alentado a la familia a viajar a Gaza y crear conciencia sobre el caso.

En 2015, se reunieron con el entonces subsecretario Blinken en el Departamento de Estado, quien les preguntó: “¿Qué quieren que haga?”. Una vez más, la familia tuvo que encontrar su propio camino para lograr justicia en el caso.

"Recuerdo que se comprometía y era servicial personalmente", añadió Craig. "Pero, francamente, si no puede involucrar a su institución, si no pueden hacer cosas, no está ayudando".

Fuente: TheGuardian