La agresión israelí contra la Franja de Gaza se ha prolongado por 340º día consecutivo, con atrocidades cometidas contra civiles. El martes por la tarde, se produjo una nueva masacre en la calle Vieja Gaza, en Jabalia al-Balad, situada en la parte norte de la Franja.
En un balance inicial, los equipos de Defensa Civil en la Franja de Gaza recuperaron los cuerpos de ocho mártires, incluidos tres niños y dos mujeres, junto con varios heridos tras un bombardeo israelí a la casa del Dr. Akram al-Najjar en la Universidad Abierta de al-Quds.
En la ciudad de Gaza, el corresponsal de Al Mayadeen informó que un bombardeo israelí contra un popular puesto de comida en la plaza Al-Shawa, al este de la ciudad, causó seis muertos y otros heridos. Además, el ataque en la zona de Yarmouk provocó la muerte de cinco personas, entre ellas dos mujeres y un niño, y dejó a otras doce heridas.
En la ciudad de Gaza, varios civiles fueron asesinados y otros resultaron heridos en el barrio de Al-Shujaiya, situado al este de la ciudad. Esto ocurrió simultáneamente con el ataque al barrio de Al-Zaytoun, que también causó más víctimas.
En la zona central de la Franja de Gaza, los bombardeos israelíes contra varias zonas del campamento de Al-Bureij provocaron la muerte de tres personas, entre ellas un niño, y otras heridas. Mientras tanto, el campamento de Nuseirat sufrió intensos bombardeos israelíes.
En Rafah, los bombardeos israelíes de la zona de Al-Mashrou provocaron la muerte de tres personas, mientras que las fuerzas de ocupación seguían bombardeando y destruyendo edificios residenciales al noroeste de la ciudad.
Durante la madrugada del martes, la ocupación israelí lanzó un ataque generalizado contra un campamento de desplazados palestinos en Al-Mawasi , Khan Younis. La masacre fue descrita como "una de las peores y más brutales en la Franja".
La zona había sido previamente declarada como una supuesta zona segura por las fuerzas de ocupación israelíes , y albergaba al menos a un millón de palestinos, todos ellos hacinados en tiendas de campaña improvisadas.
Hasta el momento, un balance de muertos no definitivo indica que al menos 40 palestinos han muerto en la agresión, mientras que otros 65 han resultado heridos. Sin embargo, se espera que las cifras aumenten exponencialmente en las próximas horas.
Como resultado del intenso bombardeo del campo, las bombas de 2.000 libras lanzadas por las fuerzas israelíes dejaron enormes cráteres y agujeros sin precedentes . Familias enteras fueron aniquiladas, mientras que otras desaparecieron completamente en la arena.
Los cuerpos de algunos mártires fueron encontrados en sitios alejados de los cráteres en medio del impacto de las explosiones.