“La petición se presentó en respuesta al rápido y generalizado brote de sarna en las prisiones israelíes en los últimos meses, particularmente en las alas de seguridad de las prisiones de Ktzi’ot, Ofer, Megiddo, Shata, Gilboa, Nafha y Ramon”, resalta la ONG israelí Médicos por los Derechos Humanos.
La organización, junto a otras cuatro –la Asociación por los Derechos Civiles, Adalah, HaMoked y el Comité Público Contra la Tortura en Israel– informa que la situación se ha visto agravada por el aumento del personal de seguridad, que pasó de 16 353 el 6 de octubre de 2023 a más de 21 000 en junio de 2024. Este incremento ha venido acompañado de un “deterioro de las condiciones carcelarias y violaciones de las prácticas de higiene”.
Además, han añadido que desde el 10 de octubre, los prisioneros han sido obligados a usar una sola prenda de vestir, se les ha prohibido comprar productos de higiene, tienen acceso limitado a duchas, carecen de servicio de lavandería, y la suspensión de las visitas familiares les ha impedido recibir suministros adicionales.
Médicos por los Derechos Humanos y Amnistía Internacional (AI) informaron anteriormente que las autoridades penitenciarias israelíes torturaron, golpearon y abusaron sexualmente de palestinos en lugares sin cámaras de seguridad, muchos de los cuales fueron encarcelados sin cargos formales.