Con capacidad para 500 personas, es en este resplandeciente faro del Islam en el que la famosa diseñadora turca Zeynep Fadillioglu ha puesto su sello, sin traicionar nada del patrimonio arquitectónico otomano, que constituye un punto de atracción para los miles de visitantes que acuden al lugar cada año.
Desde que abrió sus puertas en 2009, cada vez más personas han traspasado su umbral para empaparse de la estética estilizada del lugar.
Se alza orgullosa en la mítica ciudad de las mil mezquitas la Mezquita Sakirin, patrocinada por una rica familia turco-saudí y decorada íntegramente por esta mujer.
De hecho, Fadillioglu, que ahora puede enorgullecerse de ser la primera mujer que ha aportado su toque creativo a este recinto sagrado musulmán, hasta entonces había construido su reputación a partir del diseño de interiores de elegantes restaurantes y villas de lujo.
La distribución y la ornamentación del lugar reservado a las mujeres representan su mayor orgullo, ya que Zeynep Fadillioglu quiso que fuera espacioso y luminoso, como signo de su mejor homenaje a la era ilustrada del profeta Muhammad (PB).