El ataque al consulado resultó en el asesinato de siete asesores militares iraníes, incluidos dos comandantes de alto rango del CGRI que se encontraban en Siria como asesores invitados por el gobierno sirio.
El ataque sionista a la misión diplomática iraní en Siria representó una flagrante violación de todas las convenciones internacionales, especialmente las Convenciones de Ginebra y Viena.
Desde la perspectiva iraní, la falta de condena por parte del Consejo de Seguridad de la ONU del cobarde ataque mostró un total desprecio por el derecho internacional que las mismas instituciones deberían defender.
Ante la ausencia de la condena del CSNU y de la postura provocadora adoptada por los aliados occidentales del régimen israelí, Irán no tuvo más remedio que responder militarmente, dentro de los límites establecidos por el derecho internacional, para restaurar su capacidad disuasoria.
Es pertinente que la delegación iraní ante las Naciones Unidas dejara enfáticamente claro que la respuesta de Irán podría haberse evitado si el Consejo de Seguridad de la ONU hubiera condenado el ataque al consulado de Damasco.
"Si el Consejo de Seguridad de la ONU hubiera condenado el reprensible acto de agresión del régimen sionista contra nuestras instalaciones diplomáticas en Damasco y posteriormente hubiera llevado a sus perpetradores ante la justicia, se podría haber evitado la necesidad de que Irán castigara a este régimen hostil", afirmó en las redes sociales. medios de comunicación.
Desde un punto de vista político, se puede argumentar que la operación "Promesa Verdadera" lanzada por la República Islámica se encuadra en el marco del derecho internacional, concretamente en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, y dentro del derecho a la legítima defensa de cualquier Estado. .
Las diferencias entre la respuesta iraní y el ataque sionista son más que evidentes. Mientras Israel ataca indiscriminadamente instalaciones diplomáticas o, en el caso de Palestina, a la población civil, Irán, desde una perspectiva racional y dentro de los límites impuestos por el derecho internacional, apuntó exclusivamente a instalaciones militares en los territorios ocupados, ejerciendo su derecho a la autodefensa.
En este marco de autodefensa, la misión de Irán en Ginebra emitió un comunicado en respuesta a la agresión del régimen sionista contra el consulado iraní en Damasco.
En el comunicado se afirmó que en ejercicio del derecho inherente a la legítima defensa previsto en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, Irán llevó a cabo una serie de ataques militares contra objetivos en los territorios ocupados, como respuesta a las repetidas agresiones militares del régimen israelí.
El ataque al consulado en Damasco no fue la primera agresión de este tipo. El régimen israelí ha atacado repetidamente a oficiales militares iraníes en Siria en los últimos meses, incluido el general Reza Mousavi en diciembre.
Estas acciones, en particular el ataque contra la instalación diplomática iraní, contravienen el Artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas y constituyen una clara violación del derecho internacional.
Estos ataques han tenido como objetivo frustrar los intentos del Consejo de Seguridad de la ONU de adoptar las medidas necesarias para condenar y responsabilizar a los agresores.
Según la Carta de las Naciones Unidas sobre el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, existen dos principios jurídicos fundamentales:
- El principio de prohibición del uso de la fuerza (artículo 2, párrafo 4).
- El derecho inherente a la legítima defensa (artículo 51).
Según estos principios, los Estados tienen derecho a defenderse mediante el uso de la fuerza militar cuando estén sujetos a un ataque armado hasta que el Consejo de Seguridad tome las medidas necesarias.
Esta defensa puede ser individual o colectiva, pero en cualquier caso no debe exceder el límite de necesidad, debe realizarse con urgencia y debe respetarse la proporcionalidad de las fuerzas utilizadas para repeler el ataque.
El ataque militar de Israel al consulado iraní, independientemente de violar la soberanía nacional de Siria y constituir un acto de agresión contra Irán, puede considerarse, según el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, como el elemento primario del derecho a la legítima defensa. .
Esta agresión y violación de la soberanía han conducido al legítimo derecho de defensa de Irán.
El recurso a la legítima defensa, de conformidad con el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, está permitido en caso de ataque armado.
La definición de ataque armado puede determinarse con referencia a la Resolución 3314 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptada como definición de agresión en diciembre de 1974.
Según esta resolución, se considera un acto de agresión la invasión o ataque de las fuerzas armadas de una entidad contra las fuerzas terrestres, marítimas o aéreas de otra entidad.
Explicador: ¿Cómo se desarrolló la acción militar de represalia de Irán contra la entidad sionista?
En este sentido, la acción del régimen de Benjamín Netanyahu fue considerada un ataque agresivo y sentó las bases para el ejercicio de la legítima defensa por parte de la República Islámica de Irán.
Desde una perspectiva militar, la Operación "Promesa Verdadera", llevada a cabo por el IRGC en coordinación con otras unidades del ejército iraní (Artesh), tenía como objetivo la base militar sionista de Nevatim, situada en el sur del desierto de Negev.
Según los informes, múltiples ataques con drones y misiles fueron precedidos por una serie de ciberataques a la red eléctrica y a los sistemas de radar del régimen sionista, lo que provocó cortes de energía generalizados en la zona. El grupo de hackers iraní "Cyber Av3ngers" emitió un comunicado reivindicando los cortes de energía en varias partes de los territorios ocupados.
Alrededor de las 11:00 p. m., hora de Irán, la división aeroespacial del IRGC lanzó oficialmente una operación militar de represalia contra el régimen sionista, llevando a cabo al menos cuatro oleadas de ataques con aviones no tripulados.
Según informó Press TV, la primera oleada incluyó decenas de drones kamikazes Shahed-136, unas 100 unidades en total, cuyo vuelo también fue grabado por cámaras en Irán e Irak.
Después de la primera ola, siguieron tres ataques más a intervalos de aproximadamente media hora, con un total estimado de 400 a 500 drones lanzados.
El siguiente paso en la operación militar de represalia fue el lanzamiento de una serie de misiles balísticos y de crucero, que al parecer fueron acompañados por ataques simultáneos con drones y misiles por parte de grupos del Eje de la Resistencia en Irak, Yemen y Líbano.
Además del ataque antes mencionado contra la base aérea de Nevatim, los misiles iraníes también alcanzaron la base aérea de Ramon, también ubicada en la región ocupada del Negev.
La proporcionalidad de la operación iraní, siempre dentro de los límites impuestos por el derecho internacional en materia de autodefensa, fue expresada por el máximo comandante del IRGC, general Hossein Salami, quien afirmó: "Nuestras operaciones fueron limitadas y únicamente una respuesta al ataque de la entidad sionista a nuestro consulado en Damasco."
También enfatizó que “cualquier respuesta imprudente del enemigo será recibida con mayor firmeza y dureza”, una advertencia a la que el régimen parece haber prestado atención.
La respuesta iraní también debe verse desde la perspectiva del orgullo nacional, algo que no está en contradicción con los principios de legalidad internacional antes mencionados.
Por último, la operación "Promesa Verdadera" demostró que la autosuficiencia de Israel en cuestiones militares y de seguridad es un mito. No es capaz de afrontar un ataque de tal magnitud sin apoyo externo.
Xavier Villar es Ph.D. Doctor en Estudios Islámicos e investigador afincado en España.
Fuente: PressTV