Millones de musulmanes en el mundo celebran este miércoles 10 de abril, la fiesta del desayuno (Eid al Fitr), marcando la culminación del bendito mes de Ramadán, noveno mes del calendario lunar islámico.
La celebración de Id Al Fitr (fiesta del desayuno), al día siguiente de finalizado el mes de Ramadán, depende del nacimiento de la luna nueva (hilal) que marca el comienzo del mes siguiente, en este caso el décimo, que recibe el nombre de Shawal.
Con esta celebración, culmina el mes de Ramadán que ha sido un mes en el que los musulmanes, siguiendo los preceptos del Sagrado Corán, se abstienen de comer, beber y mantener relaciones matrimoniales desde el despuntar de la aurora hasta la puesta del sol. El ayuno implica también un importante ejercicio de autocontrol, desapego de las cosas materiales y desarrollo de la vida espiritual.
El profeta Muhammad (P y B) dijo: “Cuando ayunes que ayune contigo el ojo con el que miras, la lengua con la que hablas y la mano con la que das o niegas”. El ayuno posee múltiples beneficios individuales y colectivos.
La experiencia del hambre y la sed purifica y desintoxica el cuerpo del ayunante, a la vez que le hace tomar conciencia de la dura realidad de los necesitados, haciéndole así más proclive a la solidaridad y ayuda al prójimo.
La tradición islámica nos indica que fue durante el mes de Ramadán cuando Dios reveló el Sagrado Corán al profeta Muhammad (P y B).