Sdenka Saavedra Alfaro (Escritora, corresponsal internacional de HispanTV) 

Sin duda alguna que el guion del plan sionista, aquél que fue ideado por el periodista austro húngaro, Theodor Herzl en 1897, como lo señala en su libro, “El Estado Judío", el supremasismo nacionalista judío en la conformación de un solo estado, el de Israel está hoy más que nunca en pie hacia el exterminio del pueblo palestino; pues el ente ocupacionista amenaza con destruir Rafah al inicio del mes de Ramadán (noveno del calendario islámico), que comienza el 10 de marzo respectivamente; haciendo hincapié también las declaraciones de sus funcionarios sobre la posibilidad de utilizar una “Bomba nuclear” contra el pueblo de Gaza.

Rafah se encuentra al sur de Gaza, enclave que alberga a tres cuartas partes de la población palestina desplazada en extensos campamentos de tiendas de campaña donde se encuentran en condiciones infrahumanas, sin agua, luz, alimento, bajo el frío del invierno sobreviviendo alrededor de 1, 5 millones de palestinos de los cuales 17 mil son niños que se encuentran solos o separados de sus familias.

Desde el 7 octubre del 2023, día en que se ha realizado la “Tormenta Al Aqsa” en defensa del pueblo palestino, que lleva resistiendo 76 años una constante Nakba (Catástrofe), limpieza étnica, apartheid, genocidio por parte del régimen ocupacionista, Israel ha desplazado a más de 1. 900.000 palestinos, mujeres, jóvenes y niños en la Franja de Gaza, y mientras se escriben estas líneas continúa con sus crímenes de guerra; pues después de casi 5 meses 30 mil palestinos y palestinas murieron, donde más de 13 mil pertenece a la parte más vulnerable de la población, siendo los niños el objetivo del régimen israelí.

Miles de mujeres, las que llevan sus niños y bebés en los brazos buscan comida, y protección y son bombardeadas, recientemente fueron asesinados más de 150 palestinos y palestinas y han dejado más de 670 heridos, mientras esperaban ayuda en la franja palestina, otra medida inhumana del régimen sionista utilizando el hambre como arma de guerra.

El régimen israelí ha obstaculizado la entrada de toda ayuda humanitaria, el acceso a alimentos, saneamiento, higiene y servicios básicos de salud y nutrición; en Gaza se presencia una explosión de muertes de niños por hambre, y a eso agregar que cada 15 minutos un niño muere sino es por las bombas son por las enfermedades y lesiones, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Ministerio de Sanidad de Gaza y la ONG Save the Children han informado las primeras muertes de niños por desnutrición en el norte de la Franja, donde la agencia de la ONU para los refugiados (UNRWA) lleva desde el 23 de enero sin poder distribuir alimentos a causa de la ofensiva militar israelí.

La angustia, la desesperación, el miedo, el horror que padecen los niños no tiene justificación alguna; ya que ellos son el futuro, el mañana y el régimen de Israel, está no sólo cometiendo violaciones a los derechos de los niños, infanticidio, sino que también está dejando cicatrices visibles e invisibles, pues muchos de ellos han sido amputados sino es de un miembro lo es de los dos, los que fueron operados sin anestesia; heridos y sin familia, el dolor de los más débiles en Gaza.

Este es el plan sionista, borrar del mapa al enclave costero, arrasar a toda una población que estorba en un territorio, desaparecer Gaza como tierra palestina; ya que el Senado de EEUU aprobó ya el paquete de ayuda para Ucrania e Israel, unos 95. 300 millones de dólares, y ya se conoce sobre “El Lobby Israelí”, y la influencia de la AIPAC (American Israel Public Affairs Committee), y su control a los dos partidos en el Congreso de EEUU, en mayor o menor medida, recordando a la portavoz israelí, Tzipora Menache “Nosotros controlamos el congreso, controlamos los medios de comunicación, controlamos todo…”, en ese sentido Israel proseguirá inimputablemente su objetivo de controlar el mito de la "Tierra de Israel" desde el rio Jordán hasta el mar Mediterráneo.

Y sin el apoyo de Estados Unidos y otros países aliados a Israel, la bárbara agresión israelí contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza no se habría prologado por quinto mes consecutivo; pues los organismos internacionales, la OEA, la Unión Europea, el Consejo de Seguridad, la OTAN, los países occidentales hacen la vista gorda sobre la posesión por parte del régimen israelí de capacidades nucleares fuera del marco del Tratado de No Proliferación Nuclear y guardan silencio respecto a las declaraciones de sus funcionarios sobre la posibilidad de utilizar una “Bomba nuclear” contra el pueblo de Gaza.

La amenaza de Israel con destruir Rafha, eleva el riesgo de una catástrofe nuclear, dada la conocida capacidad armamentística y nuclear del ente ocupacionista, además de su disposición de usarla, y de su no adhesión al Tratado sobre la No Proliferación de las armas nucleares.

Israel posee actualmente unas 90 ojivas nucleares, estima el instituto de investigación para la paz de Estocolmo, que lo coloca en su lista de fuerzas nucleares mundiales junto a EEUU, Rusia, Reino Unido, Francia, India, Paquistán y Corea del Norte; además de ser uno de los países que no firmó el Tratado de No Proliferación de Armas Atómicas (TNP).

La catástrofe que vive hoy el enclave costero, la escalada de violencia y el desprecio a la vida humana representando una violación de los derechos humanos y el derecho internacional, amenaza la vida de más de 2 millones de palestinos, los que no tienen escapatoria alguna y de toda la humanidad.  No se puede normalizar el genocidio, no se puede consentir el exterminio, la eliminación de los pueblos que es el imperativo del sionismo. 

Sin embargo; también se conoce que el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina HAMAS, alerta con la segunda etapa de la “Tormenta Al Aqsa”, si Israel restringe las visitas a los palestinos a las mezquitas en Al Quds (Jerusalen), precisamente en el mes de Ramadán, como defensa a tantos años de limpieza étnica, de judaización impuesta por parte de Israel, en tal sentido también todo el Eje de la Resistencia se levantará a favor del pueblo de Palestina. Ya lo estamos viendo con Yemen, con Siria, con el Líbano, con Irak, con Irán; pues sin lugar a dudas que estos grandes movimientos, y su unión en su Resistencia son el referente contra el poder hegemónico y sionista enarbolando la bandera de lucha contra todo tipo de tiranía y opresión siendo “el espíritu de un mundo sin espíritu”.

Por Sdenka Saavedra Alfaro