No es ensayo, es poesía. No es humor, es tristeza. No es romanticismo ni capricho. No se puede ser caprichoso en la caricatura. La caricatura es algo que se necesita, que está en el aire. En todas partes, como una energía.
Cuando uno vive en Brasil, cuando uno siente la paz y sufre por aquellos que son víctimas de genocidio, uno puede dibujar. Incluso convertir un “yo” en “muchos”. Incluso encender el fuego de la memoria. Incluso protestar. Incluso transformar.
Sobre ese sueño y sobre la tristeza de un país llamado Palestina, es la exposición de caricaturas Sinta-se em Gaza (Siéntete como si estuvieras en Gaza), abierta en el Club de Cultura de Porto Alegre desde el 16 de enero hasta 29 de febrero.
Foto: Celso Augusto Schröder para Al Mayadeen
Los editores y organizadores de la muestra, Celso Augusto Schröder y Paulo de Tarso, presenciaron el empeoramiento de la carnicería perpetrada por "Israel" y sintieron la necesidad de tomar una acción.
Gracias al apoyo de la Fundación José Martí y la Federación Árabe Palestina, su idea fue realidad, mensaje y gritos. Todo mezclado.
Al final de la convocatoria, registraron la participación de 23 artistas y luego recibieron más solicitudes de otros autores. Entre los colaboradores internacionales destacaron los artistas cubanos Jorge, Ares y Moro, la iraní Nahid Maghsoudi, el chino Fan Lintao y el argentino Mate.
Foto: Celso Augusto Schröder para Al Mayadeen
Una de las creaciones habla del presente y del pasado. En la representación, un hombre delgado y barbudo abraza a un niño fallecido y recibe, desde otra dimensión, el consuelo de una víctima del Holocausto.
El activista Celso Augusto Schröder dice que este es uno de los trabajos más impresionantes y recoge la idea de la exposición como un presente-pasado o un pasado-presente. Siempre igual, el egoísmo humano es el mismo.
Además, menciona una pieza donde alguien parecido a Benjamín Netanyahu toma un baño en sangre. Benjamín-el villano levanta una ceja y tiene en sus proximidades un juguete de custodia.
Frente a él, la imagen de una madre sosteniendo a su familia sobre una bala, la de un corazón rojo con listas verdes, blancas y negras, y un cañón en una sala de hospital.
Foto: Celso Augusto Schröder para Al Mayadeen
Ahí está la protesta. Antes de ser caricatura, antes de ser gritos, antes de ser nada, ya es protesta y activismo. Quizás por eso, todo se complementa con este poema del escritor de origen judío José Weis:
Lo obvio del odio implacable
El fuego que alimenta el mercado.
es nunca cesar el fuego
el terror no vence al horror
el mercado ofrece armas
a precios razonables
el clero ordena las almas
a precios morbosos
sumergido en un pozo de
sangre
falta de gasa, falta de humanidad
somos fracasos
vendados en Gaza.