El ministro de finanzas de extrema derecha de Israel pide a los palestinos abandonar Gaza y dejar el enclave en manos de israelíes para “hacer florecer el desierto”.
El hecho de denominar “desierto” a Gaza es otra clara muestra de la retórica del genocidio que el régimen israelí viene empleando para y hacia los palestinos no sólo desde octubre, sino desde hace más de siete décadas, cuando se desató la implantación del régimen de Apartheid israelí sobre Palestina.
En declaraciones concedidas a la radio del ejército israelí, Bezalel Smotrich enfatizó el domingo que hay que fomentar la emigración en la Franja de Gaza.
Aseveró que si en vez de los 2,3 millones de habitantes que aspiran la destrucción del “Estado de Israel”, estuvieran unos 100 000 o 200 000 árabes en Gaza, pues todo cambiaría y Gaza sería vista de manera diferente en Israel después de la guerra.
“La mayor parte de la sociedad israelí dirá: ‘¿Por qué no? Es un lindo lugar, hagamos florecer el desierto, no es a costa de nadie’”, adujo el ministro israelí.
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) criticó el plan ideado por Smotrich afirmando que es “un crimen de guerra acompañado de una agresión criminal”.
Instó a la comunidad internacional y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a tomar medidas para detener los crímenes de Israel.
En un discurso pronunciado el domingo, el presidente palestino, Mahmud Abás, rechazó cualquier medida para obligar a los palestinos a abandonar sus hogares.
“No permitiremos el desplazamiento, ni desde la Franja de Gaza ni desde Cisjordania”, afirmó.
Esto mientras los líderes árabes han dicho que cualquier medida futura para desplazar a los palestinos sería inaceptable.
La experiencia palestina de despojo y pérdida de su patria cumple 75 años. Las milicias sionistas destruyeron, en 1948, 530 pueblos y aldeas de Palestina, asesinaron a 15 000 civiles, expulsaron al menos a 750 000 palestinos de sus hogares y ocuparon el 78 por ciento de la Palestina histórica. El 22 por ciento restante se dividió en lo que ahora es la Cisjordania ocupada y la asediada Franja de Gaza.
Hay más de cinco millones de refugiados palestinos registrados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que viven en al menos 58 campamentos ubicados en Palestina y los países vecinos.
Según el derecho internacional, los refugiados tienen derecho a regresar a sus hogares de los que fueron desplazados. Muchos palestinos todavía tienen la esperanza de regresar a Palestina. Israel alega que no puede permitir que regresen cinco millones de refugiados palestinos porque esto significaría el fin de su existencia.