Desde el inicio de la ofensiva israelí, 154 instalaciones sanitarias de La Franja de Gaza han sido atacadas por el ejército israelí [1]. Con respecto a los hospitales, 5 de ellos han debido cesar sus funciones por completo por la falta de electricidad, combustible, agua potable, comida, equipamiento médico, internet, y por supuesto, debido a los continuos bombardeos [1]. Sumándole a esto, el cierre de estos hospitales ha causado la muerte de pacientes en cuidados intensivos, con enfermedades crónicas y dependientes de la respiración asistida. En resumidas cuentas, el sistema sanitario de la Franja de Gaza pende de un hilo mientras la Unión Europea y USA envían armamento para aplastar a la población local [2] [3].
La situación es más que dramática. Médicos, enfermeros/as, anestesistas y personal de salud exhaustos tras interminables jornadas de trabajo, cirujanos/as operando con la linterna de celulares en la penumbra y enfermeros/as desinfectando heridas con vinagre conforman solo una parte de la trágica situación a la que está condenando USA, la Unión Europea e Israel al sistema de salud de la Franja de Gaza [4]. Como si la situación no fuera lo suficientemente asfixiante para la población palestina, el ejército israelí ha arremetido contra ambulancias y bombardeado hospitales en la Franja de Gaza asesinando a personal médico, periodistas y población civil, dentro de la que destacan especialmente niños/as [5][6]. Todo esto ha ocurrido frente a los ojos y la incapacidad de las entidades de DD. HH internacionales, de la UNICEF y de la ONU para paliar los efectos de la maquinaria de guerra israelí.
Esta situación se ha presentado en el contexto de una ofensiva comunicacional israelí. El ejército de Israel selecciona a los periodistas extranjeros que pueden ingresar a darle cobertura a las zonas que el gobierno israelí estima. Como si esto no fuera suficiente, los cortes de electricidad y de internet dificultan severamente la transmisión de los sucesos que están ocurriendo en Gaza [7]. En último lugar, medios de comunicación nacionales como Radio Bio Bio y Cooperativa, por mencionar solo algunos, reproducen la versión israelí de los sucesos, omitiendo información relevante, publicando contenido contradictorio, pero de alto impacto comunicacional, e incluso tildando de “antisemita” un rayado contra el sionismo [8].
En este contexto, destacamos la importancia de la solidaridad y la agitación a favor de Palestina en todas sus formas. No es momento para doblegarse y caer en la decepción. Hay muchas formas con las que podemos organizarnos para contribuir a romper el cerco mediático y visibilizar el conflicto desde la organización popular. Contribuyamos a la resistencia del pueblo palestino.
¡SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS AGREDIDOS! ¡PALESTINA RESISTE!
FUENTES
[3] https://es.euronews.com/2023/11/03/europa-ayuda-y-asiste-a-la-ofensiva-de-israel-en-gaza-con-armas
[4] https://www.nytimes.com/es/2023/11/09/espanol/medicos-hospitales-gaza.html
Comité de Salud de Maipú, Chile
Chile, noviembre 2023