Al examinar la filosofía detrás de las cumbres árabes, resulta evidente que su propósito, aparentemente, es abordar los intereses de las poblaciones árabes y superar las crisis.
Sin embargo, esta filosofía ha tenido dificultades para materializarse desde el inicio de las conferencias cumbre árabes en marzo de 1945.
A lo largo de aproximadamente 70 años, se han convocado 62 cumbres árabes, 14 de ellas catalogadas como cumbres de "emergencia", incluida la última celebrada sobre el conflicto de la Franja de Gaza.
Contrariamente a la expectativa de que una cumbre de "emergencia" abordaría crisis inmediatas, el término se utiliza aquí 36 días después de la agresión contra Gaza, lo que plantea dudas sobre la urgencia de la respuesta.
La imagen que los medios de comunicación dan a estas cumbres no está en consonancia con la realidad de sus resultados. Algunos medios los describen como logros, con titulares como “La Cumbre Árabe-Islámica de Emergencia”… “Esfuerzos incesantes de los Emiratos para apoyar a Gaza”.
Sin embargo, la brecha entre la retórica y la acción es evidente.
Arabia Saudita ha anunciado tardíamente una cumbre histórica para abordar la crisis que se desarrolla en Gaza. El Ministerio de Asuntos Exteriores del reino, aparentemente despertado a última hora el viernes, declaró la convocatoria de una "reunión conjunta extraordinaria" de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) y la Liga Árabe el sábado.
Sin embargo, la pregunta que surge es: ¿por qué ahora? ¿Por qué la urgencia de último momento cuando la crisis se ha estado desmoronando durante semanas?
Esta cumbre, que reúne a Estados miembros de los mundos islámico y árabe, incluidos Irán, Egipto, Jordania, Líbano, Turquía e Irak, se promociona como una respuesta a la angustiosa situación. Sin embargo, la evidente realidad sigue siendo que la urgencia de actuar ha estado notoriamente ausente hasta ahora.
Mientras los líderes mundiales convergen en esta reunión conjunta de "último minuto", uno no puede evitar criticar la dilación que ha permitido que la crisis de Gaza se intensifique sin control.
La cumbre, ahora enmarcada como un gesto de preocupación, plantea dudas sobre la eficacia de tales iniciativas cuando la necesidad de actuar era evidente mucho antes del último momento.
Muchos activistas criticaron la respuesta tardía de la cumbre, diciendo que “la cumbre árabe-islámica debería haberse convocado mucho antes, considerando la gravedad de la agresión en curso”, cuestionando el propósito de tales cumbres cuando las atrocidades cometidas por 'Israel' continúan sin consecuencias significativas.
El retraso en la convocatoria de la cumbre se atribuye al servilismo, el fracaso y la debilidad de las posiciones árabes. A pesar de las brutalidades presenciadas, algunos países árabes mantienen relaciones diplomáticas con la ocupación israelí, lo que contribuye a la percepción de debilidad de la postura árabe colectiva.
Definitivamente debería haber un alejamiento del enfoque tradicional de las cumbres, se deberían tomar acciones concretas como romper las relaciones diplomáticas, boicotear económicamente y adoptar una postura firme contra las empresas internacionales que tratan con "Israel".
El mundo árabe e islámico poseerá los recursos y la influencia para lograr el cambio. Se deben tomar medidas impactantes, incluida la posibilidad de utilizar el petróleo como palanca, para evitar nuevas atrocidades en Gaza.
El mundo árabe tiene el potencial de remodelar la narrativa a favor de Palestina.
Durante un agonizante trigésimo sexto día consecutivo, la implacable agresión sionista persiste contra la Franja de Gaza. La sombría cifra asciende a 11.078 palestinos perdidos trágicamente, entre ellos 4.506 niños, 3.027 mujeres y 678 ancianos.
La asombrosa cifra de 27.490 personas sufren cicatrices de lesiones que abarcan un espectro de gravedad.
Las consecuencias son de profunda devastación, con una destrucción generalizada que impregna todas las facetas de la vida en el enclave asediado. El persistente ataque pinta un panorama desgarrador del inmenso costo humano y del enorme daño infligido a los palestinos.
Ante el sufrimiento actual, la tardanza de la respuesta árabe parece decir: “Demasiado poco, demasiado tarde para Gaza”.
Fuente: Sitio web en inglés de Al-Manar