La joven de 15 años de Lyon presentó una denuncia ante Ashwini KP, relator especial de la ONU sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia. Afirmó que su exclusión de la escuela el 5 de septiembre se debió únicamente a su afiliación religiosa, lo que marca otro ejemplo de tensión en torno a la vestimenta religiosa en Francia.
La denuncia fue presentada ante la ONU a través del representante legal de la niña, Nabil Boudi, quien emitió un comunicado al respecto el viernes. En su declaración, la denunciante criticó la prohibición de prendas religiosas, como el hijab, introducida por el Ministro de Educación francés, Gabriel Attal. Sostuvo que el gobierno francés no había tomado medidas adecuadas para prevenir la discriminación contra las mujeres.
Anteriormente, la misma estudiante presentó una denuncia ante la Fiscalía de Lyon por discriminación basada en sus creencias religiosas.
Sin embargo, a principios de este mes, el Consejo de Estado confirmó la prohibición gubernamental de la abaya.
Esta decisión se produjo después de que Vincent Brengarth, abogado que representa a Muslim Rights Action [ADM], presentara un recurso ante el Consejo de Estado el 31 de agosto, solicitando la suspensión de la prohibición. Brengarth argumentó que la prohibición infringía "varias libertades fundamentales".
El gobierno francés ha enfrentado críticas en los últimos años por sus políticas y declaraciones dirigidas a las comunidades musulmanas. Entre ellas se incluyen redadas de mezquitas, investigaciones sobre fundaciones caritativas y la aprobación de una ley "antiseparatismo", que impone amplias restricciones a la comunidad musulmana.