Washington dijo el miércoles que las controvertidas municiones son parte de un nuevo paquete de asistencia de seguridad por valor de hasta 175 millones de dólares.
El paquete también incluye misiles antitanque, proyectiles de artillería y mortero, sistemas tácticos de navegación aérea y munición adicional para sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad.
La nueva asistencia militar forma parte de más de mil millones de dólares en ayuda total anunciada para Ucrania durante la visita del miércoles del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a Kiev.
La ayuda estadounidense también incluye más de 665 millones de dólares en nueva asistencia de seguridad militar y civil y millones de dólares en apoyo a las defensas aéreas de Ucrania y otras áreas.
La promesa estadounidense de utilizar municiones con uranio empobrecido se produce unos dos meses después de que Washington dijera que proporcionaría municiones en racimo a Ucrania.
Kiev ya ha recibido más de 43.000 millones de dólares de Estados Unidos en forma de sistemas de armas como obuses y millones de municiones, incluidas municiones de racimo ampliamente prohibidas, desde febrero de 2022, cuando Rusia inició una "operación militar especial" en Ucrania.
Varios aspirantes republicanos a la presidencia han cuestionado la ayuda de Estados Unidos a Ucrania, alimentando preocupaciones sobre si Washington seguirá apoyando a Kiev al mismo nivel una vez que se intensifique la campaña electoral estadounidense de 2024.
En reacción a la visita de Blinken a Ucrania, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas: "Hemos escuchado repetidas declaraciones de que ellos (los estadounidenses) tienen la intención de seguir ayudando a Kiev durante el tiempo que sea necesario".
“En otras palabras, van a seguir apoyando a Ucrania en estado de guerra y librando esta guerra hasta el último ucraniano, sin escatimar dinero para ello. Así lo percibimos, lo sabemos. Esto no afectará el curso de la operación militar especial”, añadió Peskov.
Rusia ha advertido repetidamente que un suministro continuo de armas y equipos militares occidentales para el ejército ucraniano sólo prolongaría la guerra.