Roberto Chambi Calle[1]
Las finanzas, el comercio así como los recursos económicos no se encuentran bajo el dominio de los estados sino de otro tipo de actores, que más allá de las esferas políticas y jurídicas detentan el poder detrás de las naciones; así los conocidos grupos o lobbies controlan las decisiones políticas y económicas para el dominio del sistema político internacional, en un mundo en donde sus intermediarios financieros condicionan y doblegan la soberanía de las naciones virando la política internacional y exterior de los países en función de sus necesidades , en otros términos los estados en realidad no siempre tienen el control de su soberanía para asumir sus decisiones, peor aún en un escenario en donde a los “osados” que desenmascaran y muestran el rostro barbárico de estos son sentenciados a muerte aun estando vivos.
El grupo de Bilderberg, las logias de poder, el ku klux klan o la ultra derecha en todos sus matices como el “libertario” Milei, entre demás denominaciones, son “las espadas” en todas las esferas de la sociedad internacional cuyo fin es eliminar civil y físicamente a todo líder revolucionario que se les oponga.
EEUU siempre quiso hacer arrodillar a los estados que le placía, recordemos por ejemplo la injerencia y los condicionamientos mediante la Enmienda Platt (1901) para que la constitución Cubana obedeciera a los intereses estadounidenses, o la injerencia en el canal de Panamá (1913) y la posterior invasión directa en 1989 con su ejército; así como todo el apoyo y asesoría que dio a los “gobiernos” dictatoriales en Paraguay, Chile, Argentina o Bolivia en los años 70 y 80, en donde mediante sus marionetas se ocuparon de silenciar a caudillos y líderes como Salvador Allende, el Che Guevara o el Inti Peredo en Bolivia.
La historia nos ha demostrado ene veces que el falso rótulo “democrático y libertario” que promocionan es una absoluta falacia, así como se sabe que sus acciones “caritativas” mediante sus ONGs como la USAID, NED, NDI.; etc. son los caballos de troya que llegada la noche cercenan y dividen a grupos sociales: sindicatos, asociaciones gremiales, liga de obreros; etc.
Durante el periodo de la República en Bolivia, —después de la conquista de la “Democracia” en 1982 —, el país andino ingresó a un tiempo de declive bajo el eslogan “Bolivia se nos muere”, siendo este el pretexto para que las corporaciones financieras como el FMI y el Banco Mundial asfixien a la otrora República Boliviana, vomitando a miles de trabajadores mineros y poniendo condiciones de ajuste estructural impuestas unívocamente por los aparatos financieros de EEUU y sus socios.
Este proceso dio lugar a que los gobiernos a partir de 1985 sean obsecuentes a los dictados de los dueños de los capitales transnacionales, siendo al mismo tiempo una oportunidad para ir soslayando, deportando y eliminando a sus líderes indígenas, sindicales, gremiales y campesinos quienes sobre una postura social, digna, nacionalista, soberana y sin panoplias más que su valor y compromiso con su pueblo han defendido los recursos de Bolivia.
En ese contexto las mayorías nacionales (Indígenas, campesinos, obreros; etc.) se habían puesto el objetivo de tomar el poder, no obstante, de haber tenido una buena participación en las elecciones generales desde 1989, su presencia aún era débil; así por ejemplo los representantes de esas mayorías aun teniendo la legitimidad del pueblo eran expulsados del parlamento republicano.
Desde ese momento la oligarquía boliviana bajo la capa de EEUU y sus aparatos represivos y mediáticos tenían —y tienen — el objetivo de eliminar civil, política y hasta físicamente a los líderes de los pueblos libres del mundo. Ya lo habían hecho antes en el mundo con Maurice Lumumba, Presidente de la República Democrática del Congo, Salvador Allende en Chile, Malcon X defensor de los Derechos Humanos en el país del norte o habiendo encarcelado a 28 años a Nelson Mandela.
Hoy inmersos en una sed por los recursos naturales y energéticos de los pueblos soberanos, los enemigos no escatimarán ningún esfuerzo por el control de los mismos, y si es que en medio de ello hay voces de protesta y defensa no dudarán en pulverizarlos; ya que esta no solo es una cuestión de principios sino también de personalidades tal cual lo manifestó el “Milei boliviano” Antonio Saravia quien dijo: “No es sólo sacar al MAS, hay que sacar el paradigma que representa” (https://www.paginasiete.bo/nacional/antonio-saravia-economista-no-es-solo-sacar-al-mas-hay-que-sacar-el-paradigma-que-representa-JB8298856), en tal sentido aquel líder, jefe caudillo o como queramos llamarlo será el primero en ser sepultado.
La realidad guste o no, nos muestra hoy, que uno de los “partidos políticos” más sólidos y contestatarios en Bolivia es el MAS-IPSP y que frente a ello la estrategia imperialista mediante sus agentes es borrar a sus líderes como Evo Morales; pues saben que de llegar nuevamente al poder articulará no solo la unidad de los bolivianos, sino que engranará la unidad y la soberanía de los pueblos latinoamericanos frente a las pretensiones energéticas de EEUU y la OTAN.
Por Roberto Chambi Calle
[1] Jurista y analista en RRII, miembro del Centro de Estudios en Geopolítica Internacional y Civilización Islámica (CEGICI), “Ayatola Jomeini”.