A medida que la legislación entra en la recta final en el parlamento, los sindicatos están preparados para hacer otro intento de presionar al gobierno y a los legisladores para que rechacen el aumento propuesto en la edad de jubilación a 64 años.
El último día de protestas del sábado tuvo una participación mucho menor que en las rondas anteriores, mientras que las huelgas de los trabajadores del sector ferroviario, de refinería y del sector público la semana pasada no paralizaron el país de la manera que esperaban los sindicatos.
El impacto más visible del enfrentamiento hasta ahora ha sido la acumulación de basura en las calles de París, donde los recolectores de basura y los barrenderos han dejado de trabajar.
“No tendremos el mismo nivel de disturbios en el transporte público que durante los días de protesta anteriores”, dijo el martes el ministro de Transporte, Clement Beaune.
El principal suspenso es si el gobierno minoritario de Macron puede reunir el número requerido de votos en el parlamento inferior, donde necesitará el apoyo del opositor Partido Republicano [LR] para aprobar la legislación.
Una votación conjunta de la Asamblea Nacional Baja y el Senado podría llegar el jueves.
Fuente: Al Ahed